En la cofradía de Expiración solo tienen una cosa clara actualmente: que los titulares no serán trasladados a ningún otro sitio para realizar la estación de penitencia del Viernes Santo. Si la cofradía finalmente supera las dificultades y puede procesionar, lo hará desde la Castrense. Si no, se quedará en casa este año.

La noticia la confirmaba ayer el hermano mayor de la corporación, Vicente Rodríguez, después de la junta de gobierno celebrada en la noche del pasado lunes. "Si se sale será desde la Castrense", se limitaba a decir Rodríguez.

Precisamente, la cofradía iniciaba ayer el traslado de todos los enseres y bienes de la casa de hermandad, que es una de las dependencias que van a quedar clausuradas en la parroquia del Santo Ángel Custodio la próxima semana y que, por tanto, hay que desalojar por completo.

Los cofrades de Expiración están llevando todos los enseres a un nuevo local que ha podido localizar la corporación de manera provisional, hasta que el Ministerio de Defensa realice las obras necesarias en el templo de la plaza del Falla. Al mismo tiempo, la cofradía está realizando un estudio pormenorizado de la preparación y organización de la salida procesional, a fin de tomar una decisión definitiva con respecto a la posibilidad de realizar o suspender la estación de penitencia.

La medida anunciada por el Ministerio de Defensa afectará también a las otras dos cofradías allí establecidas. Desamparados y Santo Ángel también se verán de alguna forma influenciadas por la situación que se ha generado en la Castrense, aunque los hermanos mayores de ambas corporaciones sí indican que las repercusiones no son tan graves como las de Expiración. Y no solo por las fechas en las que se ha producido la noticia (a escasas dos semanas del Domingo de Ramos), sino porque la cofradía del Viernes Santo es la única de la Castrense que tiene en las propias dependencias parroquiales la inmensa mayoría de su patrimonio.

"A Desamparados afecta en menos medida que a Expiración. Ellos tienen allí todos los enseres de la hermandad y nosotros disponemos de nuestra casa de hermandad fuera de la parroquia. Además, la procesión nuestra son muchas menos personas que la del Viernes Santo", explica el hermano mayor de Desamparados, Diego González. "Pero a nosotros también nos incomoda. Por ejemplo, cuando llevamos el paso el 1 de mayo, antes lo metíamos dentro y ahora lo vamos a tener que dejar en la iglesia; o en la función vamos a tener que nombrar el protocolo en la calle al no poder utilizar los salones; o no vamos a tener agua, ni servicios, ni nada...", comenta González, que en estos días está a la espera de ver "cómo se soluciona" todo lo que rodea a la Castrense.

En la misma situación se encuentra el Santo Ángel, cuyo hermano mayor, Agustín Marchante, se pronuncia también en los mismos términos que Diego González. "Nosotros tenemos la casa de hermandad, y todo está allí, por lo que el problema es menor que el de Expiración", indica Marchante. No obstante, en su caso sí tendrán que trasladar algunos bienes muebles y, lo más importante, la imagen procesional de la cofradía, que está en las dependencias de la parroquia "y que tendremos que llevarlo a la casa de hermandad".

Más allá de estos contratiempos, el hermano mayor de esta corporación asegura que los cofrades "estamos en estado de shock porque la parroquia es una parte importante de nuestra hermandad, de nosotros, y no sabemos realmente lo que va a pasar". "Hay que pensar en la cofradía, en la parroquia, en la persona del propio párroco... es difícil", concluye Agustín Marchante.