Consumo

La guerra dispara el precio del girasol y la demanda del aceite serrano

  • Los productores de semillas en la provincia creen que se revalorizará ante el frenazo de la importación de Ucrania mientras el sector olivarero aumenta ya sus pedidos

Un campo de girasol, un cultivo que se da, sobre todo, en la Sierra, Janda y el marco de Jerez, y cuya siembra arranca en la primavera.

Un campo de girasol, un cultivo que se da, sobre todo, en la Sierra, Janda y el marco de Jerez, y cuya siembra arranca en la primavera. / Julio González

Los lineales de los supermercados hablan por sí solo. En la zona del aceite de girasol de un supermercado en Villamartín un cartel indica que el cliente solo puede llevarse como máximo 5 litros del mismo. Choca un poco para cualquier profano en esta materia que viva, por ejemplo, en esta comarca, que es productora de semillas de girasol.

Sin embargo, las consecuencias de la guerra de Ucrania llega ya a nuestras mesas. Ucrania era hasta hace dos semanas nuestro granero. De este país importábamos aceite de girasol y semillas para su molturación porque España es deficitaria en esta producción. Es decir, el consumo en el territorio español es mayor que la producción nacional y depende para el abastecimiento de las importaciones de Ucrania. Y esto está creando un bucle con efectos también en la provincia, que se traduce en el posible alza de los precios del cultivo del girasol de esta próxima campaña como del aceite de oliva. El del girasol por la falta de existencia real que hay ya. La subida del aceite de oliva será por la mayor demanda que experimentará ante la carencia del otro y el coste desorbitado de la energía y los carburantes. Al respecto, los olivareros de la Sierra esperan que el aceite de oliva no tenga una subida desmesurada que obligue al cliente final a buscar otro tipo de grasas porque no lo pueda asumir su bolsillo y se pierda a la larga cuota de mercado.

Villamartín siembra en los últimos tiempos alrededor de 6.000 hectáreas de girasol mientras que la provincia puede estar en torno a los 50.000 o 60.000 de esta oleaginosa. Ahora arranca la siembra de la ‘pipa’ como se llama comúnmente a este cultivo y los productores miran muy de cerca esta situación. El presidente de la Cooperativa del Campo de Villamartín, Ramón Holgado, vaticina que el precio del aceite de girasol “se puede disparar tanto el alto oleico, que es más caro, como el clásico”, por las consecuencias del conflicto bélico y la falta de importaciones de países productores como Argentina.

“Debido a la guerra hay un déficit, que hace que los precios se vengan arriba porque no podamos traer de otros sitios. Y eso se está notando en los súper que están racionando la venta para que nadie acapare las pocas existencias y haya más especulación”, describe Ramón Holgado. Con este panorama, el presidente de la Cooperativa de Villamartín explica que las cosechas de girasol de la última campaña que se recogieron en la Sierra y en cualquier punto de España están ya comercializadas. “No tenemos a la venta, las fábricas extractoras están cerrando porque no tienen pipas para molturar”, añade. Preguntado por el precio que alcanzaría hoy una tonelada de semillas de girasol vendida en la provincia gaditana, Ramón Holgado explica que “si tuviéramos girasoles en las manos valdría lo que quieras con estas circunstancias. Antes de la guerra ya hemos tenido unos precios altos, se ha vendido la tonelada a 600 euros tanto el alto oleico como el girasol normal. Si ahora tuviéramos girasol con este revulsivo de la guerra no sé si se pagaría a 800 euros la tonelada. El problema es que no hay girasol, no hay existencia y es muy difícil las importaciones de fuera al fallar Ucrania”, apostilla Holgado.

Los agricultores de la Sierra miran al cielo por el tema de la sequía que puede condicionar la campaña de este verano, aunque todo apunta a que la escasez en el mercado internacional tirará del precio de este cultivo oleaginoso al alza. “Nos vendrá bien, pero soportamos unos costes astronómicos. Estamos pagando la urea tres veces más. Está todo descolocado, la electricidad, los fertilizantes, las semillas…Y eso hay que asumirlo”, dice el presidente de la Cooperativa de Villamartín. Por ello, el sector agrario pide que se permita sembrar más girasol para paliar la escasez en las tierras vacías que obligatoriamente se tienen que quedar por las ayudas de la Unión Europea.

De otro lado, el sector del olivar ya ha anunciado que habrá una subida de precios debido al problema que se está generando por la falta de aceite de girasol, el aumento de la demanda, la subida de la energía y de los combustibles y el acopio que ya existe por si los suministradores de vidrio o cartón no responden. En la Cooperativa Virgen del Rosario, en Algodonales, no dan a bastos para atender a los pedidos de aceite que les ha entrado desde muchos puntos de España. “En tienda, por ejemplo, antes un cliente se podía llevar dos garrafas de 5 litros, ahora se lleva dos cajas con lo de la guerra”, asiente su gerente, Juan Herrera.

Los productores celebran este viernes una reunión sectorial en Antequera, hasta donde irán productores de aceite de oliva de la Sierra, para ver esta cuestión. “Esperemos que no sea muy agresiva la subida. No nos conviene porque el consumidor final se podría pasar a otras grasas si no puede hacer frente a los nuevos precios”, observa Herrera.

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