La espera ha sido larga, eterna. La prudencia incluso se puede entender excesiva. El regreso va a ser algo tímido. Pero la hora, en definitiva, ha llegado. En marzo de 2020 la calle quedó prohibida para las hermandades, que desde esa fecha, en plena antesala de la Semana Santa, han permanecido pacientes en el interior de las iglesias hasta hoy, 7 de octubre, cuando la evidente mejora de la incidencia de la pandemia permitirá el regreso de las imágenes a las calles. Año y medio después vuelve a salir una imagen a la calle, y las circunstancias han querido que sea nada menos que la Patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario. Pero el contador hay que retrasarlo aún más si se hace referencia a una procesión, que en Cádiz no se ve desde noviembre del año 2019. Desde el 24 de noviembre de ese año. Hace ya la friolera de 683 días.

El Señor de la Paz de Borriquita, en su salida el domingo de Cristo Rey al mediodía por las calles de San José fue la última procesión que recorrió las calles de la ciudad. Casi dos años ya, por tanto. Esta es la última referencia procesional que cada aparece más lejana. Algo más cercano, por su parte, es el recuerdo de la última imagen que recorrería las calles. Fue en la Cuaresma de 2020 y, curiosamente, la protagoniza un Crucificado (el de la Salud, de la iglesia de Santiago) que salió de manera extraordinaria, porque no lo había hecho antes -que se recuerde- y se desconoce si lo seguirá haciendo en años posteriores. De eso hace hoy 576 días, que es el tiempo que lleva una cofradía sin pisar la calle.

Con estos antecedentes, la fiesta del Rosario de este año cobra un carácter histórico más que extraordinario por todo lo que conlleva la salida de la Patrona en procesión dos años después de hacerlo por última vez (el 7 de octubre de 2019). No irá la Virgen sobre su paso procesional, por decisión de la archicofradía, que ha optado por la prudencia de la parihuela para evitar que los cargadores vayan debajo del paso, como ya está ocurriendo con relativa normalidad en otras muchas localidades. Habrá limitación númerica en el habitualmente amplio cortejo que precede al paso. Y se recorrerá un itinerario algo más corto que el habitual, siguiendo también las recomendaciones lanzadas desde la Junta de Andalucía. Pero por lo demás, Cádiz podrá disfrutar de este culto externo casi con total normalidad.

Será a las seis y media de la tarde cuando el cortejo empiece a salir desde la iglesia de Santo Domingo. En él formarán parte todas las hermandades que pertenecen al Consejo, que marcharán con sus guiones corporativos y cinco varas cada una, así como los hermanos de la archicofradía del Rosario, la permanente del Consejo y demás representaciones.

La banda de cornetas y tambores del Rosario vuelve también esta tarde a la calle, y lo hará marcando el camino de la procesión de la Patrona, como hace desde el año 2015. Un camino que se realizará por Plocia, San Juan de Dios, Nueva, San Francisco, Valenzuela, Cuatro de Diciembre, San Juan de Dios, Sopranis y Compás de Santo Domingo.

Tras la Virgen del Rosario, como es habitual, marchará la banda de música Maestro Dueñas, de El Puerto de Santa María; que ya vivió la experiencia hace un mes de poner la música a la primera procesión que salió a las calles tras la pandemia, la de la Virgen de la Soledad de Arcos de la Frontera.

Los actos de la mañana

Todo esto ocurrirá esta tarde, pero la fiesta del Rosario se vivirá desde primera hora de la mañana. Se vive desde hace días y especialmente en la tarde-noche de ayer, cuando se celebró el pregón, protagonizado este año por el cofrade Juan Antonio Laluz, y con el posterior rosario público de las hermandades que partió a las diez de la noche desde San Antonio para finalizar en el santuario dominico con la felicitación a la Virgen.

A estos actos se sumarán los de esta mañana, donde destaca especialmente la función solemne que presidirá el obispo, Rafael Zornoza, a las once y durante la que el Cabildo Catedral renovará el voto de la ciudad a la Patrona. Antes de esta función, a las nueve de la mañana, ya habrá misa en Santo Domingo, que desde primera hora recibirá la visita de los devotos y los gaditanos. Y tras la función comenzará la tradicional ofrenda floral de la ciudad, que como cada 7 de octubre acudirá masivamente a las plantas de la Virgen del Rosario que esta tarde protagonizará la primera procesión en Cádiz desde que el coronavirus cambió, también, la vida de las cofradías.