Ganadora moral

Rigoberta Bandini ataca al creador de Facebook en el videoclip de 'Ay Mamá'

Rigoberta Bandini ataca al creador de Facebook en el videoclip de 'Ay Mamá'

Rigoberta Bandini ataca al creador de Facebook en el videoclip de 'Ay Mamá'

Es la ganadora moral del Benidorm Fest y su Ay Mamá es considerado ya un himno feminista de nuestro país. Rigoberta Bandini ha vuelto a hacer historia con la publicación del videoclip de Ay Mamá, la canción con la que afrontó su candidatura en la preselección española de Eurovision. Tras meses escuchándola en bares, discotecas y manifestaciones, Ay Mamá ha parido su particular videoclip, coincidiendo con el Día de la Madre. Lleno de fantasía y reivindicación, Rigoberta ha mostrado su capacidad de volver a sorprendernos, obligándonos a pensar qué hubiese pasado si la catalana hubiese ganado el festival de Benidorm.

El metraje comienza con un bebé durmiendo en un estudio de grabación. Rigoberta, que se encuentra sentada en el suelo, está en pleno proceso creativo, toqueteando un teclado y revisando fotos y objetos que le recuerdan a su infancia y a la figura de su madre. Vemos cómo poco a poco la cantante entra en trance, presenciando escenas dignas de una película de ciencia ficción. El videoclip nos muestra secuencias representativas de la letra y un final lleno de mensaje y reivindicación. A partir del trance de Bandini, podemos observar diferentes obras de arte con mujeres al frente, coreografías con vestuarios imposibles en las que se simulan nacimientos de bebés y una recreación del nacimiento de la vida, con la alegoría de la madre naturaleza.

El final del videoclip es lo que marca sin duda la diferencia. Podemos ver a una Rigoberta mucho más futurista, vestida de acero y acompañada de más mujeres del futuro. Todas ellas disparan láseres rojos a través de sus pechos. Siguiendo con el mensaje de la letra, Rigoberta apunta a cámara con sus láseres y en uno de los destellos el espectador visualiza una teta gigante, que simboliza el planeta tierra. Ante este pecho aparece un busto de Mark Zuckerberg, propietario de Whatsapp, Instagram y Facebook. El busto robótico analiza el pezón y empieza a resoplar, mostrando un claro temor a lo que presencia. Es en el momento justo en el que se dispone a aniquilar a la teta gigante cuando el pecho de Bandini lanza una especie de misil que acaba con el CEO de Meta. Una metáfora digna de Star Wars con la que se simboliza la voluntad de acabar con la censura del pezón en redes sociales.

Rigoberta Bandini sale del trance de la canción por los lloriqueos del bebé, que se ha despertado por el ruido. Rigoberta acaba la canción y sale corriendo a atender a su hijo. Hasta este aparentemente sencillo final del videoclip tiene un trasfondo reivindicativo, pues Bandini critica la nefasta conciliación familiar. El hecho de tener que parar de hacer música para atender a su hijo, que estaba durmiendo en un estudio de grabación solitario.

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