Es una muy buena noticia con la que abría Diario de Cádiz su información en el día de ayer y es que, semanas después de que los terrenos de los antiguos Depósitos de Tabaco fueran cedidos a la Junta de Andalucía para las instalaciones judiciales, ésta ya ha adjudicado la redacción del proyecto básico a la empresa pública "Tragsatec" y estando previsto que en nueve meses ultime este proyecto, antes de que acabe el año en que vivimos, puedan salir a licitación las obras, cuyo presupuesto final asciende a 55 millones de euros.

Es un proyecto ambicioso, del que se venía hablando desde hace 20 años. El proyecto contempla un total de 33 juzgados, previsión optimista para que, como ha dicho el Delegado territorial de Justicia, la Ciudad de la Justicia no se quede pequeña en poco tiempo. Y los precedentes así lo demuestran.

Cuando yo tomé posesión de mi puesto en la Abogacía del Estado, en junio de 1961, se tomaba posesión, además de ante el Delegado de Hacienda, también ante la Audiencia Provincial, ya que el destino era para las dos entidades. Entonces, si mi memoria no me falla, hace 61 años solo había en Cádiz dos juzgados de primera instancia y la Audiencia estaba instalada en el Corralón de los Carros, en pleno barrio de la Viña y era presidente, don Pascual Díaz de la Cruz.

Se trata con esta instalación de una buena inversión de la Junta, porque así ahorra el millón de euros que actualmente se destina al alquiler de las dependencias judiciales y, al propio tiempo, con la implantación de las salas "Gesall" quedan protegidas las victimas especialmente sensibles, como las mujeres y los menores. Olvidaba decir que esta nueva ciudad de la Justicia se instalará en las naves de los antiguos Depósitos de Tabaco.

Lo que sí es polémica es la aprobación por el Parlamento de Andalucía de una proposición no de Ley para ampliar en 1.400 hectáreas de regadíos en el entorno de Doñana, votada a favor por el PP, C´s y Vox, con la abstención del PSOE. En anterior ocasión, cuando las Tablas de Daimiel, Mar Menor y la Janda se trató de buscar el equilibrio entre la agricultura circundante y la riqueza natural. Este equilibrio, muy deseable es difícil de alcanzar y yo añadiría que prácticamente imposible cuando se ponen en juego consideraciones ecologistas y las necesidades de los hombres. Hay tres muy buenos artículos al respecto en las páginas de opinión, cuya lectura aconsejo.