Pablo-Manuel Durio

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Las elecciones municipales en Cádiz: El 28-M entre interrogantes

El resultado del pasado domingo plantea una serie de claves cuyas respuestas quedan en el aire o merecerían una reflexión por parte de todos los partidos políticos

Carteles de varios candidatos a la Alcaldía de Cádiz en las pasadas municipales.

Carteles de varios candidatos a la Alcaldía de Cádiz en las pasadas municipales. / D. C.

La ciudadanía confiaba en respirar aliviada este lunes cuando una nueva cita con las urnas asoma ya a la vuelta de la esquina. La resaca de las municipales se ha unido estrechamente con el arranque de la precampaña hacia las generales convocadas para el 23 de julio, lo que apenas dejará tiempo para la reflexión, para el análisis sosegado y para la búsqueda de las claves de lo acontecido el domingo en las urnas. Y eso que pese a la clara victoria del Partido Popular, que no da lugar a pactos ni incertidumbres posibles de cara a la configuración del nuevo gobierno municipal de Cádiz, lo ocurrido en las urnas el 28 de mayo deja una serie de preguntas que posiblemente no tengan respuesta. O no al menos tan clara.

Primera pregunta. ¿Qué votó la gente realmente el 28 de mayo?

Este interrogante andan varios partidos intentando resolver desde la noche del domingo. El resultado electoral es tan positivo para unos como negativo para otros, pero sobre todo ha sido muy sorprendente para bastantes. Cabe preguntarse si los gaditanos acudieron a las urnas para dar su apoyo a Bruno García, si realmente votó en contra de la gestión de Kichi (de los últimos cuatro años, porque en 2019 apoyó casi de manera absoluta al alcalde en funciones), si votó para penalizar que el propio Kichi no se presentara a la reelección, si votó influenciado por la ola favorable al Partido Popular (independientemente del candidato), si lo hizó castigando las políticas de Pedro Sánchez…

Segunda pregunta. ¿Es Podemos pieza clave en la derrota de la izquierda?

La ansiada unidad de la izquierda de Cádiz no fue completa en el último segundo por la decisión de Podemos de concurrir en solitario a las municipales, lo que se ha traducido en un millar de votos (999, en concreto) que recibió la formación morada y que, por tanto, no obtuvo Adelante Izquierda Gaditana; a los que hay que unir los 1.442 votos de Justicia Social, que presumiblemente debía haber formado parte también de esa coalición de partidos cuya unidad pudiera haberle dado la Alcaldía a David de la Cruz.

Tercera pregunta. ¿Por qué el PSOE no es alternativa desde 1995?

En la sede de Gaspar del Pino celebran el resultado de 28-M en Cádiz porque supone una mejoría en datos (1.084 votos más) y en concejales (dos) respecto a las últimas convocatorias donde el PSOE aparecía en caída libre. Sin embargo, el partido parece borrado en la ciudad como posible alternativa de gobierno; cuestión que merece un análisis, especialmente por cuanto el votante ha sido capaz de virar del centro-derecha de Teófila Martínez a la izquierda de Kichi, y de ahí a volver al PP de Bruno García, sin ninguna opción en todos estos años al PSOE con las distintas opciones y rostros que ha ido presentando. Desde 1995 que perdió la Alcaldía Carlos Díaz no ha habido opción de ‘reconquista’, y son ya muchos años.

Cuarta pregunta. ¿Jaque a las campañas electorales?

Una de las grandes sorpresas de las municipales, aunque no vaya a tener efecto después del 28-M, es la del conocido como Ciudadano Lorenzo y su agrupación de electores denominada Justicia Social. Tras años de protestas y de poner el foco en diversos problemas o situaciones de la ciudad, Lorenzo Jiménez no solo consiguió dar el salto a la política reuniendo las al menos 1.500 firmas que exige la norma para poder concurrir a las municipales, sino que se ha convertido en la sexta fuerza más votada, por delante de Ismael Beiro, Ciudadanos o Podemos. Y todo ello con una campaña muy casera con pancartas colgadas del pecho de los militantes, un pequeño altavoz a través del que trasladaban sus proclamas y carteles impresos en folios A4. ¿Un toque de atención a los grandes actos, el merchandising, la polémica cartelería y demás acciones hasta ahora habituales en política?

Quinta pregunta. ¿Por qué cada vez vota menos gente?

Al margen de los resultados, hay una realidad en las elecciones que se sigue ampliando cada cuatro años: el porcentaje de abstenciones, de gente que no acude a la convocatoria, es mayor, y siempre por encima de la media nacional. La participación el domingo se quedó en el 60,69% del censo, tres puntos por debajo de la media nacional; cifras más bajas que las registradas en 2019 (donde la participación alcanzó el 62,64% mientras que a nivel nacional se llegó al 65,2%), que ya eran más bajas que las de 2015.

En una convocatoria donde se decide el futuro del Ayuntamiento, donde entran en juego modelos tan diferenciados ya no solo de hacer política sino de gestionar lo más básico para los ciudadanos, llama la atención que el 40% de la ciudad no se haya pronunciado introduciendo el voto en la urna. Y eso que en esta ocasión había más opciones que nunca antes en la historia de la Democracia (11 partidos o formaciones diferentes).

Es más, ese hecho de que participaran hasta once partidos diferentes en las elecciones puede ser otro indicador de que la ciudadanía no está contenta con lo que tiene, con los que hasta ahora han venido representando los intereses en el Salón de Plenos. Lo que agravaría aún más la realidad, porque si el descontento se traduce en 11 partidos diferentes y aún así la abstención sigue creciendo, ¿qué es lo que quieren los gaditanos?

Sexta pregunta. ¿Por qué tantos votos en blanco?

Siguiendo prácticamente a la pregunta anterior, también llama la atención el alto número de votos en blanco que dejó el resultado, con 862, que es más del doble que hace cuatro años. A priori, eso refleja que pese a que se presentaron once siglas diferentes a las urnas, casi un millar de gaditanos (un 1,49% del total de votantes) no vio una opción clara en la que depositar su confianza; incertidumbre que además va en aumento, porque hace cuatro años ese porcentaje apenas significaba el 0,68% del total. Además, a esa cifra de 862 votos en blanco se le puede sumar, en cierta medida, los 219 votos que recibió la formación Escaños en blanco, lo que superaría aún más esta realidad.

Séptima pregunta. ¿Qué pasa con las fuerzas independientes?

Finalizadas las elecciones de 2023, sigue Cádiz sin contar con una alternativa creíble o suficientemente respaldada que limite su radio de acción, sus exigencias y sus preocupaciones a los límites geográficos del término municipal. Las distintas opciones que a lo largo de estos años se han ido planteando y las que finalmente llegaron a las urnas, no han encontrado un apoyo significativo de la ciudadanía. Cabe plantearse si esto se debe a una mirada de los gaditanos mucho más amplia que los límites de Cortadura, o si es cuestión de que sigue necesitando la ciudad una plataforma independiente que conecte con el gaditano y con el votante, cosa que no han conseguido los distintos candidatos que presumían no depender de Sevilla o Madrid.

Octava pregunta. ¿Hubiera sido Cazalilla mejor candidata?

A toro pasado hay cuestiones que son más fáciles de opinar, lógicamente. Pero viendo el resultado del domingo, cabe preguntarse si la opción que se planteó en su momento de que la concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, fuera la candidata de Adelante Cádiz hubiera logrado un mayor apoyo que el cosechado por David de la Cruz. La respuesta es tan arbitraria como la decisión en sí, pero hay que reseñar que Cazalilla se ha dado a conocer bastante en estos cuatro años de concejala, ha sabido mantener buenas relaciones con dos importantes colectivos de la ciudad (Carnaval, pese a los cambios producidos y promovidos por el gobierno, y cofradías) y ha mostrado un perfil que conectaba con la ciudadanía en general.

En cualquier caso, cabe destacar que la decisión que en su momento adoptó Adelante Cádiz fue apoyada por el grupo, empezando por la propia Cazalilla que en todo momento ha acompañado a De la Cruz como candidato a la Alcaldía.

Novena pregunta. ¿Por qué el PP arrasa en extramuros y no tanto en el casco histórico?

No deja de ser curioso ver cómo se ha comportado el votante en los diferentes distritos y barrios en los que está dividido la ciudad. Significativo es el resultado bien distinto que se dio en el casco histórico, con victoria incluida de la izquierda en algún sector, y en extramuros, donde el PP arrasó por completo. El mapa electoral del 28–M refleja dos ciudades distintas en las que las Puertas de Tierra actúan de frontera, una diferencia que más allá de la política muchas veces se ha achacado a la ciudad en otros frentes de su día a día. ¿Habrá que plantear en un futuro campañas diferenciadas en el centro y en extramuros? ¿Tiene aspiraciones o concepciones diferentes el habitante del casco respecto al de Puertatierra? ¿Es tan diferente una parte y otra de la ciudad como refleja el resultado electoral?

Décima pregunta. ¿Habrá consecuencias tras el 28–M?

Digeridos los resultados, analizadas las claves, toca ahora a los grandes partidos y a las pequeñas coaliciones empezar a tomar decisiones. Hasta el momento solo se ha producido una, la renuncia del candidato de Vox, Francisco Martín, por unos resultados no esperados en su formación, que aspiraba en base a determinadas encuestas a entrar en la Corporación (lo que ciertamente tuvo cerca). ¿Habrá más dimisiones de candidatos, portavoces o miembros de las distintas iniciativas políticas que concurrieron el domingo a las elecciones? ¿Desistirán algunas fuerzas o plataformas de volver a intentar el salto a la Alcaldía o de seguir por la vía política tras la respuesta otorgada por los ciudadanos en las urnas? Desde luego, las primeras reacciones lanzadas por los representantes políticos no parecen ir muy en la línea de la autocrítica y la asunción de responsabilidades, culpando habitual a terceros del resultado obtenido por su formación. Excepción hecha del ya mencionado candidato de Vox o del propio David de la Cruz que fue tan contundente como transparente el día después de las elecciones.

Sirvan estos diez grandes interrogantes para evidenciar que las municipales del 28 de mayo dejan tras de sí mucho más que lo que dicen las cifras finales y de lo que esos números va a provocar los próximos cuatro años. Las elecciones dejan claves de todo tipo, como dejan opiniones para todos los gustos y sensaciones de lo más variopintas. Y es que casi la única evidencia tras el paso por las urnas es la que vivirá la ciudad el próximo día 17.

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