"Si me tocase empezar de nuevo en Chiclana, lo haría exactamente igual"

El empresario mallorquín Juan Llull, uno de los 'creadores' del Novo Sancti Petri, presenta hoy su nuevo proyecto en Conil: un hotel de 330 habitaciones que abrirá en 2011 pese al desastre económico

Juan Llull, presidente de Hipotels, ayer en el salón de recepción del hotel Barrosa Palace, en Chiclana.
Jorge Garret / Chiclana

20 de agosto 2010 - 01:00

Juan Llull (1935, Son Servera) se deja ver por Chiclana cada dos o tres meses. Se deja ver para su equipo, para su gente. No más. Discreto hasta en un discurso bajo y pausado, Llull es enemigo de reconocimientos, de entrevistas y de declaraciones, y ha renunciado al papel de liderazgo público que le correspondería a uno de los creadores del Novo Sancti Petri y artífice incuestionable del turismo en la Costa de la Luz. Este viernes hace una excepción para presentar su nuevo proyecto en Conil, un hotel de 330 habitaciones, el séptimo Hipotels en Cádiz. Con motivo de la visita, acepta un día antes este encuentro tempranero en el Barrosa Palace. Se suma su hija mayor, María Antonia Llull (1974, Mallorca) -"muy responsable", apunta él-, que se prepara para dirigir un grupo familiar formado por más de veinte hoteles.

-¿Cuántas veces le han llamado loco por construir un hotel justo en este momento?

-Alguno... pero siempre digo que las cosas hay que hacerlas con sentido común. Ahora el momento es difícil y nadie se atreve a invertir. Yo no me atrevía tanto hace cinco años porque todo iba desbordado. La construcción, el precio de los solares… La gente se creía que todo era posible. Fui a ver un solar hace cinco años y me pidieron 120 euros por metro cuadrado de rústico. Hace medio año me pedían 52. Ahora la construcción se puede hacer con un coste de un 20/25% menos que hace cuatro años. Un día un escayolista me dijo que quería trabajar 35 horas y que si no ganaba 4.000 euros como mínimo no trabajaba. Ahora todo es distinto.

-Va completamente contra el ciclo económico.

-Mucha gente dice que los bancos no dan dinero… Yo trabajo con dos bancos y nunca escuché un "no". Firmé una póliza de crédito hace cuatro años para invertir en Méjico. Al final no hemos invertido allí... Hace un año cenaba con el secretario general de Turismo, buen amigo mío, Joan Mesquida, me preguntó que cómo me encontraba en Andalucía. Le dije que bien, muy cómodo, quiero a la tierra porque hace veinte años que estoy allí, que tenía un buen equipo… Y dijo, pues invierte… Prefería Andalucía a Méjico, aunque allí tenemos todos los permisos. Sólo hay dos cadenas con todos los permisos en Riviera Maya. Pero me he decido por invertir aquí, en Conil. Después contacté con técnicos y políticos, y decidimos arrancar. Cuando empezamos, no paramos.

-¿No sigue adelante en Méjico?

-Seguramente vamos a venderlo. Mis hijas prefieren esta zona. Aquello está en venta.

-Parecía la mejor oportunidad hace cuatro o cinco años.

-Se gana más dinero allí. Aquí para amortizar un hotel ahora necesitas 15 años, y eso si te va bien…

-¿Cuál es el motivo de construir el nuevo hotel en un año, casi a contrarreloj?

-Mi intención era hacer un hotel en 18 meses, lo normal, pero los permisos se retrasaron hasta mayo. Hablamos con el arquitecto, le preguntamos si abríamos dentro de un año o de dos, y él dijo: "con la cantidad de gente buena que había y la falta de trabajo que hay, se puede hacer en uno". El hotel estará funcionando antes de que arranque la temporada. Si empiezas en mayo, en julio ya tienes al personal rodado… Todo bien.

-¿Por qué ha elegido Conil para continuar su expansión?

-Para mí Conil es buena zona. Está cerca de Chiclana. Antes de empezar la inversión me pongo en contacto con los touroperadores, que son los que tienen que mandar la gente aquí. El mercado alemán, TUI, Neckermann, ITS… y el mercado español, El Corte Inglés y suma y sigue… Antes de meterme en el pozo miro si hay agua o no.

-Entiendo que le dijeron que siguiera adelante.

-Sí. Dijeron que la fecha era difícil y que la apuesta era valiente, pero dijeron que era una buena zona.

-¿Han cerrado acuerdos sobre alguna de las otras parcelas disponibles en La Fontanilla?

-No [risas]. No. Nosotros vamos lento, no somos lentos lentos pero tampoco somos rápidos.

-Pero sí ha habido conversaciones con los propietarios.

-Se han mirado cosas pero sin prisas. Antes quiero ver cómo funciona este hotel… Y otras cosas. Los bancos siempre me han apoyado, pero nunca he fallado. Los proveedores saben que si trabajan con nosotros a final de cada mes cobran. Las cosas, como le he dicho, hay que hacerlas con sentido común.

-¿Cómo será el nuevo hotel?

-Un hotel más moderno pero no mucho más. Nosotros llamamos a los touroperadores, y entre todos lo hacemos. El arquitecto es de Chiclana, Antonio Fernández, él disfruta con esto. Es importante. Los aparejadores también son de Chiclana. La excavación la hace el que nos la hizo siempre. Las grúas, también. Y la fontanería también la hemos cerrado con un empresario de aquí. Y la piscina. Y la estructura... Compramos el hormigón en Conil… Todo en casa.

-¿Qué ha cambiado en la mentalidad del empresario hotelero desde 2007 hasta ahora?

-[Pausa] Nosotros seguimos más o menos el mismo camino. Quizás miramos más los números. La rentabilidad es mucho más baja, pero con diferencia. El precio medio ha caído bastante, los márgenes…

-Hay hoteleros que alertan de la caída del precio por habitación y hablan incluso de ventas por debajo de costes, sobre todo en ciudades. ¿Comparte esa opinión?

-Nosotros no tocamos el urbano, pero digo una cosa: el hotelero que no renueva, muere, lento pero muere. Hay hoteleros en Mallorca y en Canarias que están muriendo matando, dando unos precios que al final no ofrecen margen y que tiran abajo el mercado. Hace poco me ofrecieron un hotel en Mallorca, con un coste que sabe cuál era: cero euros. Pagar la hipoteca y hacerse cargo del personal. No me interesaba. En tercera línea, sin ningún tipo de renovación... Aquí hacemos el hotel de Conil pero cada dos años renovamos los que tenemos. Ahora nos tocará el Playa La Barrosa, y después iremos a Barrosa Park, y aquí [Palace]. Los beneficios hay que volverlos a reinvertir. Es nuestra forma de trabajar.

-¿Qué ha hecho usted para hacer frente a la crisis?

-No hemos tenido que hacer nada gracias a Dios, sino seguir nuestra forma de trabajar, sin despidos, todo igual. Igual…

-¿No ha habido despedidos?

-No, no, no, no. De hace cinco años a ahora hemos incrementado personal porque hemos incrementado hoteles, y el que teníamos lo seguimos teniendo.

-Los precios sí han bajado también en Hipotels.

-[M. A. Llull] No es que hayamos querido, es que el touroperador exige para firmar un contrato que el early booking [reserva muy anticipada] subamos un par de puntos… que no suba el precio de la habitación… El beneficio se ha visto reducido por eso. Hace tres años que no subimos el precio: congelamos o bajamos. Hay que hacer más ofertas, incentivar reservas en enero, febrero marzo, del 10% de descuento hasta un 15% en algunos casos. Es lo que hemos tenido que hacer para poder competir.

-¿Cree que se volverá a 2007 o hay que empezar a pensar de forma diferente?

-Los márgenes de beneficios han bajado porque la competencia es enorme, de Turquía, Méjico, Santo Domingo, Méjico, Croacia… Esto va a ser un negocio normal, un negocio como lo son otros.

-Pero seguirá siendo un buen negocio.

-Uno más, como tantos otros. Antes era mejor. El sector donde ha sido un gran negocio ha sido en Méjico, Santo Domingo… Aún lo es. Pero si antes se amortizaban hoteles en 5 o 6 años ahora lo hacemos en 10 en aquellos destinos.

-Han fallado quienes vaticinaron la salida de la crisis en 2010, ¿ocurrirá en 2011?

-No lo veo fácil. Hace falta más tiempo. Hay que arrimar el hombro entre todos. Los empresarios han de ser valientes. Y el Gobierno ha de ayudar un poco. La solución para quitar la crisis es quitar el paro, crear puestos de trabajo.

-¿Cree que se conseguirá con la reforma laboral?

-Puede ayudar, pero… Los bancos también deben ayudar a las empresas. Con nosotros los bancos se han portado más que bien. Ahora: siempre hemos cumplido.

-¿Cuándo fue la primera vez que pisó Chiclana, lo recuerda?

-Un mallorquín compró los terrenos. Me invitó a verlo. Me esperaba el alcalde de Chiclana y otros políticos. Me gustó la zona. Qué hice. Mandé llamar a la TUI. Vinieron a ver los terrenos. Les pregunté, qué me aconsejaban. Dijeron "adelante, te apoyamos".

-Venía de Mallorca, consolidada, ¿por qué decidió invertir aquí?

-Le dijimos a la TUI: "yo tengo 3.000 camas en Mallorca contigo y si no vuelas a Jerez tendremos 1.500 porque la otra mitad será para la competencia, que me ha dicho que vuela a Jerez". Al final TUI y Neckermann, a través del Royal Andalus, empezaron a volar a Jerez. Un apoyo decisivo. Cuando empecé aquí hay quien decía que esto era "el culo de Europa", que cómo era posible invertir aquí… Me lo decía siempre Paco Rueda [ex gerente de Chiclana Natural]... Hubo una persona que ayudó mucho a esta zona, Pepe Mier [ex alcalde], ha sido para mí el hombre del Novo, de todo lo que ha pasado aquí. "Juan, hay que invertir aquí…", decía.

-Hay quien alerta de una sobreoferta de plazas en el destino.

-En toda España. Hay plazas obsoletas que van a desaparecer. En Mallorca cada año se van perdiendo 10.000 camas, las mal situadas, las que no se han renovado. No es un problema de Cádiz. Los hoteles del Novo si se renuevan, si se está encima, aguantarán. El cliente cada día es más exigente, normal, porque hay muchos sitios donde ir. Aquí tenemos una media de más de un 50% de clientes repetidores.

-¿El invierno es una batalla perdida, o es que ya ni siquiera preocupa más allá del discurso político?

-Hace años que pido ver qué se puede hacer en invierno. En Mallorca tenemos cinco hoteles en invierno y este año será uno menos. Una vez pedí al secretario de Estado de Turismo que se rebaje la Seguridad Social al sector un 50% de noviembre a marzo. Él no podía hacerlo. Pero esto ayudaría a perder menos dinero, no a ganar. Si le enseñase los números del invierno… Cuando empezamos abril en Mallorca llevamos perdidos 1,7 millones. Necesitamos todo mayo, junio y, en algunas zonas, parte de julio para recuperar estas pérdidas. Pero tienes personal bueno, de la casa, que hay que conservar.

-¿Qué habría hecho mejor en estas dos décadas si volviera a empezar desde el principio?

-Si me tocase empezar de nuevo en Chiclana, lo haría exactamente igual.

-¿Tiene en mente otros proyectos en la provincia?

-No sé, siempre estamos mirando cosas, si nos gusta, lo comentamos con la familia, con los políticos, los touroperadores, y antes que todos, con el banco. No me meto en el pozo sin mirar si hay agua o no. Ahora le digo una cosa: sólo empiezo una obra si tengo el préstamo íntegro de la cantidad que necesito. Así todo el mundo sabe con seguridad que va a cobrar. Todo cerrado.

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