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Nuevo caso de violencia de género

El homicida de Raquel Barrera ingresa en prisión

  • El presunto autor no llegó a declarar ante la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer dado su "nivel de aturdimiento". La víctima fue enterrada en la mañana de ayer

José Antonio Cantalapiedra Abad, el presunto autor de la muerte de su mujer, Raquel Barrera Gutiérrez, en la madrugada del pasado domingo en Jerez ya ha pasado su primera noche en prisión en el complejo penitenciario de El Puerto. A primeras horas de la tarde, la titular del Juzgado de Violencia sobre la mujer número 1 de Jerez decretaba la prisión preventiva del homicida tras permanecer buena parte de la mañana de ayer en las dependencias judiciales de la avenida Tomás García Figueras.

Las fuentes consultadas por este periódico señalaron que el detenido no declaró ante la autoridad judicial dado que se encontraba en un "elevado nivel de aturdimiento", un estado en el que se encontraba desde que ingresó en los calabozos de la Policía Nacional de la calle Arroyo en las primeras horas de la mañana del pasado domingo.

El presunto homicida había sido detenido momentos después de perpetrar el crimen ya que, según las fuentes consultadas, fue él quien alertó a la Policía Local de lo que había ocurrido. Cuando los agentes accedieron a la vivienda, ubicada en la calle Garganta de las Buitreras (junto a la avenida Nazaret), se encontraron con el cuerpo sin vida de la mujer y con el supuesto homicida con varias heridas que, al parecer se había hecho con el objeto de quitarse la vida. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvar la vida de Raquel Barrera, que presentaba dos puñaladas en la zona del pecho. El detenido fue trasladado en primer lugar al hospital para que le curaran las heridas y, horas después, ya se le llevó a Comisaría.

Fue en torno a las once de la mañana cuando José Antonio Cantalapiedra fue trasladado a las dependencias judiciales entrando al edificio por el garaje de la plaza de Las Marinas, el acceso habitual para este tipo de situaciones. Sobre las cinco de la tarde, se conocía la decisión de la jueza que decretaba prisión preventiva, por lo que los agentes policiales le trasladaron inmediatamente hasta El Puerto. Fuentes consultadas por este periódico aseguraron que en la madrugada del crimen había reconocido la autoría de la muerte de su mujer; de hecho, fue él quien alertó a la Policía Local de lo ocurrido.

La Policía continúa investigando las circunstancias que desembocaron en el fatal desenlace ya que se ha sabido que la pareja salió esa noche con un grupo de amigos por varios locales de la ciudad. El homicidio se produjo en torno a las tres de la mañana con un cuchillo de cocina. Aunque habían salido esa noche, en el momento de la detención el presunto autor estaba vestido con un pijama.

Las decisión judicial se adoptó horas después de que fuera enterrada Raquel Barrera en el cementerio jerezano. A las diez de la mañana se celebró en la capilla del tanatorio el sepelio, un oficio religioso al que acudieron numerosos familiares y amigos de la víctima para tratar de consolar al único hijo del matrimonio, un joven de 22 años que estudia en la Universidad de Sevilla. Personas presentes en el acto insistían en lo ya apuntado por vecinos de la pareja el día anterior sobre la aparente inexistencia de problemas en la pareja.

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