Los casos confirmados de coronavirus suman casi 6.000 desde comienzos de julio. En 16 días– con datos de los días 1 de julio y 17 de julio- la transmisión se ha desbocado con 5.920 contagios más, casi 3.000 en esta semana. A mitad de mes, julio ya contabilizaba más casos que en todo junio (4.199), pero también más de los que se sumaron en marzo (4.700) y mayo (2.973), en el que hasta ahora ha sido el mejor mes de este 2021 en cuanto a nuevos afectados.

Ahora, la provincia encara el verano con una incidencia muy alta, 376 casos por cada 100.000 habitantes, con cifras de transmisión que no frenan por el momento y que colocan estos números a niveles de febrero. La provincia ha tenido este sábado 683 casos más. Pero cierto es que entonces, los hospitales estaban llenos de pacientes covid y la mortalidad estaba más alta que nunca. Si cogemos de ejemplo el 15 de febrero, la provincia añadió más de 300 casos, pero también 13 fallecidos. En los centros sanitarios de Cádiz, había ingresados más de 500 enfermos de coronavirus y las UCIS estaban desbordadas con más de cien personas graves. El 15 de julio había unas setenta personas hospitalizadas por covid, nueve en la UCI, y no hubo ninguna víctima mortal. De hecho en estas dos semanas han fallecido cinco, nada que ver con los números de entonces.

Por eso, es como en febrero pero no lo es. La quinta ola no es como la tercera en las edades de los afectados, ahora en su gran mayoría menores de 40 años, ni lo es en el número de personas vacunadas, con ya más de la mitad de la población gaditana inoculada a la espera de que le toque el turno a esos jóvenes que ahora están pasando el virus.

La pruebas positivas se acercan al 15%

Sí lo es, solamente, en los contagios, que eso sí, hay que intentar frenar para que la situación no se traslade finalmente a esos otros indicadores. De momento, no para y la tasa de positividad –que muestra las pruebas positivas del total de las realizadas– ha subido casi 5 puntos en sólo una semana. En el semáforo del coronavirus que elabora y actualiza semanalmente el Ministerio de Sanidad, la cifra en la provincia está en 14.4%. Hace un mes era del 7,7%, hace una semana del 10%, lo que deja claro este aumento de la transmisión. El riesgo es alto en este punto. Para la nueva normalidad, la tasa debería ser de menos de un 4%.

Y otro aspecto que revela que la transmisión está disparada son los casos activos, un número que se obtiene sumando curados y fallecidos y restándole el número total de casos confirmados. Si hace dos semanas estaban en unos 2.500, ahora están ya en unos 7.300, triplicándose desde entonces. No es febrero, con más de 20.000 activos entonces, pero la cifra no para de crecer.

Justo el 9 de mayo, día del fin del estado de alarma, la provincia estaba con 93, 5 de incidencia. Más de dos meses después está en 375, pero el aumento ha sido especialmente en estas dos últimas semanas. Si bien hasta julio, el ascenso ha sido constante pero leve, la situación se ha descontrolado especialmente este mes. La movilidad, la llegada del turismo, la mayor vida social cuando llegan los meses estivales, todos son factores que seguramente hayan ayudado a esta subida que ha dado al traste con la desescalada prevista por la Junta de Andalucía y que hace que se empiece a plantear alguna medida más restrictiva. El miércoles se reunirá el comité de expertos.

La Junta admitió el viernes que está preocupada por la población mayor de 40 años que queda sin vacunar, y que son los que tienen más posibilidad de ingresos, como se ha visto en esta semana. En la provincia, queda un 10% de personas de entre 60 y 69 años, un 9% de entre 50 y 59 y alrededor de un 30% de entre 40 y 49 años. A final de julio, espera que todos los veinteañeros hayan podido, al menos, pedir su cita para la primera vacuna y que en agosto se administren la dosis también al grupo de 12 a 18 años para que haya un inicio de curso escolar “lo más tranquilo posible”.

Pese a la escalada de contagios, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, señaló que están afectando de forma “muy selectiva” a los jóvenes porque la población mayor está vacunada y agregó que, con la “virulencia” de la variante Delta, si estos sectores mayores no estuvieran vacunados habría “un colapso hospitalario”.

De momento, el último informe de Sanidad apunta que a la ocupación de camas por pacientes covid del total de camas es de un 3,5%, que significan riesgo bajo, pero que es una subida de casi dos puntos respecto a la semana anterior (estaba en 1,8%). En las UCIS, se mantiene en ocupación parecida a siete días antes, con un 3,3% en cifras aún de nueva normalidad.