Tamal alerta de los peligros del abandono del campamento juvenil

La asociación juvenil Tamal ha vuelto a reclamar una solución urgente para el campamento juvenil Cerro Mulera y el Ecomuseo del Hábitat Rural de la Sierra de Cádiz, equipamientos que permanecen cerrados al público casi cinco años después de que fueran recepcionados por el Ayuntamiento de Ubrique, a causa de la falta de entendimiento entre las administraciones local y autonómica y el propio colectivo.

Tamal viene denunciando el abandono que sufren las instalaciones y alertaron ayer del peligro que supone esta situación en el caso concreto del campamento, "con riesgo de incendios por la vegetación y por el fácil acceso, con ausencia de puertas y ventanas y de cercado perimetral", por lo que instan al Ayuntamiento a que tome medidas urgentes para evitar daños personales y al medio ambiente.

Desde la asociación han mostrado su malestar por no incluirse en los presupuestos de 2008, aprobados la pasada semana, ninguna partida económica para la terminación del edificio del Ecomuseo ni para dotar al campamento juvenil de los servicios de agua potable o suministro eléctrico.

Según explican, "esta decisión retrasa la gestión y puesta en valor de ambos equipamientos, un año más como mínimo, con el riesgo de pérdida y deterioro de la inversión ya realizada, y asimismo condicionando la realización de otros proyectos e inversiones".

Con respecto a estos dos equipamientos ubicados en Ubrique, Tamal asegura tener conocimiento de que desde la Dirección del Parque Natural de la Sierra de Grazalema quieren retirarlos de los equipamientos de uso público del parque, tal y como ya pasó con el camping de Tavizna, "no quedando ninguna referencia del Plan de Uso Público del municipio ubriqueño".

El colectivo recuerda que están a la espera de conocer la resolución definitiva de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz sobre este tema, y anuncian que ultiman la presentación de un recurso ante la Cámara de Cuentas de Andalucía, así como la solicitud de una auditoría a la UE por las inversiones realizadas con fondos europeos, y una denuncia por la vía de lo Contencioso Administrativo contra el Ayuntamiento de Ubrique "por incumplimiento de convenios y acuerdos".

En el año 2000 el Ayuntamiento, la Consejería de Medio Ambiente, y Tamal firmaron sendos convenios sobre el campamento y el ecomuseo, correspondiendo el contenido expositivo y la gestión a la asociación juvenil, mientras que en enero de 2003 las instalaciones fueron recepcionadas por el Ayuntamiento.

A pesar de ello ambos equipamientos, que supusieron una inversión total superior a los 900.000 euros llevan cerrados ya casi cinco años sin que se desbloquee este conflicto. El equipo de gobierno considera que Tamal debe presentar el plan de viabilidad del campamento, tal y como recoge el convenio firmado y asegura que dará un ultimátum, mientras que el colectivo manifiesta la imposibilidad de elaborar este plan ante la ausencia de infraestructuras imprescindibles, como la instalación eléctrica, el servicio de agua potable o la valla perimetral de protección.