Garvey y Zoilo preparan su venta cuatro años después del concurso
El 'rescate' de las marcas allana el camino, pero los posibles compradores tendrán que negociar por separado con los dueños de los activos, cuya titularidad está muy fraccionada
Las administraciones concursales de Garvey y Zoilo Ruiz-Mateos, las dos principales bodegas en Jerez del entramado empresarial de Nueva Rumasa, mantienen la idea de unificar la venta de ambas unidades productivas pese a que los concursos de acreedores y sus planes de liquidación se tramitan por separado. Pero el tiempo juega en contra de los intereses de los acreedores, que esperan desde hace cuatro años la resolución de unos concursos en los que hace tiempo se viene hablando de la salida a la venta de ambas bodegas.
El cambio de titularidad de las marcas de Garvey -ver Diario de Jerez, edición del miércoles 25 de marzo de 2015- ha causado extrañeza en el sector, que no acaba de entender cómo un directivo de la compañía compra unas marcas sobre las que pesa embargo preventivo por un importe muy superior al valor que podría obtenerse en el mercado por las mismas para aportarlas al concurso.
Fuentes conocedoras del desarrollo del proceso concursal sostienen que la adquisición de las marcas y su aportación al concurso facilita la venta de la unidad productiva, pero éste no es el único handicap que se encontrarán los posibles compradores, que deberán negociar con los distintos propietarios de los activos las bodegas, cuya titularidad está muy fraccionada.
En concreto, el inmueble de Complejo Bellavista es propiedad de Promontoria, sociedad de inversión de origen holandés que ha aliviado a más de una entidad financiera de sus cargas hipotecarias. La concursada, por su parte, es la propietaria de la maquinaria, las instalaciones, el mobiliario, las vasijas y existencias, que se han visto sensiblemente mermadas -fuentes del sector apuntan que durante los cuatro años del concurso pueden ser 100.000 botas de vino menos las que quedan en Garvey-. Las principales marcas, están ahora bajo la titularidad de la sociedad interpuesta y participada por un directivo de la bodega tras el acuerdo alcanzado con la empresa radicada en el paraíso fiscal de Belice y cuyos términos se desconocen. La propiedad industrial de otras marcas como 'Conde de Garvey' y 'Calisay' sigue en manos de Engel Overseas, entidad mercantil con razón social en Amsterdam y tras la que se sospecha que está la familia Ruiz-Mateos.
Y luego están los activos de Zoilo Ruiz-Mateos, propiedad de la concursada y entre los que figuran las instalaciones bodegueras y el centro de visitas de la calle Pizarro, así como varias fincas, con Cerroviejo al frente.
Y aunque el plan de liquidación de Complejo Bodeguero Bellavista prevé en su primera fase la venta de la unidad productiva agregada, la administración concursal ha solicitado al juzgado de lo Mercantil de Cádiz la supresión de este apartado en respuesta a una alegación presentada por Promontoria y Banco de Santander y en aras de evitar "equívocos". En su lugar, el plan de liquidación reflejará que, "al valorar las ofertas recibidas, la administración concursal podrá tener en cuenta la posibilidad de que el oferente alcance acuerdos con los titulares de otros bienes que integran la 'Unidad Productiva Agregada' en atención al interés del concurso".
Según las fuentes próximas al concurso, esta modificación no altera el plan de la venta 'agregada' ni de la unitaria junto a Zoilo, toda vez que ya estaba previsto de antemano que los posibles compradores debían negociar con los titulares por separado.
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