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Urbanismo

El Ayuntamiento desestima un recurso y multa a la propiedad de una finca de la calle Cielo

  • La empresa alegaba que la casa está habitada para no acometer obras de mejora

  • La fachada lleva ya más de dos años cubierta y se ha apuntalado el edificio

Una imagen de la finca ubicada en el número 79 de la calle Cielo.

Una imagen de la finca ubicada en el número 79 de la calle Cielo. / D.C.

El área municipal de Urbanismo ha desestimado un recurso presentado por la empresa Vela Reoco S.L., propietaria de la finca ubicada en el número 79 de la calle Cielo.

La fachada de la finca lleva ya más de dos años cubierta con una malla y la casa está apuntalada por el mal estado que presenta, sin que la propiedad haya acometido de momento las obras de mejora que se le exigen.

El pasado mes de noviembre la teniente alcalde de Urbanismo, Danuxia  Enciso, firmaba un decreto imponiendo a los dueños una multa coercitiva por importe de 16.500 euros, por no haber acometido las obras de consolidación exigidas, ante lo que la propiedad presentó un recurso.

Ya meses atrás la empresa propietaria del edificio consiguió evitar una primera multa por el mismo importe, en este caso por los defectos de forma que presentaba el expediente municipal. En esta ocasión, sin embargo, el decreto está justificado y se ha rechazado el recurso presentado por la empresa.

En el decreto municipal se indica, entre otras cosas, que el hecho de que la finca esté habitada -hay varios  inquilinos en la misma- no debe impedir que se acometan las obras exigidas.

Los vecinos han solicitado una cita con la edil de Urbanismo para abordar este asunto, ya que desde que la empresa adquirió el inmueble no se ha realizado ningún trabajo ni se ha cumplido con las directrices de la ITE (Inspección Técnica de Edificios). Asuntos Sociales también está al tanto de la situación, ya que uno de los vecinos que permanece en la finca va en silla de ruedas, siendo la accesibilidad nula, y otro tiene 90 años. También en varias ocasiones han tenido que acudir tanto la Policía Local como los bomberos ante la caída de cascotes.

Se da la circunstancia además de que la finca ya arrastraba varias multas impuestas al anterior propietario, aunque este se declaró en concurso de acreedores y las multas nunca llegaron a cobrarse.

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