A la guerra fácil del escenario

Fali Pastrana no estaba anoche más nervioso que en otras ocasiones. "Qué va, nervios cuando iba a darme la quimio; esto es para divertirse", comentaba el autor de 'La cañonera' antes de situarse entre bambalinas para la actuación de su coro. "Estoy tan entretenido, con mi coro, el coro femenino y la comparsa -participa como autor en las tres-, que no pienso en otra cosa que no sea Carnaval".

Con su traje de chaqueta negro se metía entre la primera bambalina de la izquierda para controlar los detalles de la presentación. Pero ahí no se quedó. En el tango se cambió al lado derecho y en los cuplés en otra bambalina, y al final del popurrí en otra. "Es para estar atento a esas cositas de última hora en la que un autor tiene que estar cerca", afirmaba un Pastrana atento al milímetro. Pero nada de supersticiones. "No suelo tener amuletos, ni agacharme, ni me tengo que encomendar a San Suerte. Confío en el trabajo conjunto de mucha gente".

Pero entonces llegó lo imprevisto. El segundo tango se lo dedicaban a él, a su lucha difícil. "El gallo que más ha peleado no cantaba en el Falla y luchaba otra guerra más difícil de pelear", relataba el tango, mientras que Fali hacía gestos con la mano en plan 'os vais a enterar'. "Me han roto el guión y habrá que echarle a alguien la bronca", bromeaba. Al final de la letra se emocionó y rompió a llorar.

Y es que este Carnaval volvía con ganas después de un año duro. Ayer, después de nadar en la piscina, "súper relajado", se fue a ver a sus componentes al local de preparación, y juntos cogieron el camino del Falla, a una lucha fácil, como le habían cantado sus componentes. Aún se queda con ganas de más, de pisar la tablas por delante. "Lo que yo quisiera es estar en el escenario cantando, a ver si puede ser el año que viene...". El toque de palillos y canturreo constante detrás lo delataban.