solidaridad

Una ruta de la nada al cielo

  • Afasode desarrolla el proyecto 'Emprendiendo el vuelo' a través del que se ofrece apoyo integral a jóvenes en el tránsito a la vida adulta

Un grupo de jóvenes que atiende Afasode dentro del proyecto 'Emprendiendo el vuelo'.

Un grupo de jóvenes que atiende Afasode dentro del proyecto 'Emprendiendo el vuelo'. / Sonia Ramos (Chiclana)

La ilusión y la determinación con las que Juan Molina habla de su labor es directamente proporcional al difícil contexto de crisis que estamos viviendo, aunque el presidente de la Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo (Afasode) no ceja en su empeño. "Teníamos unas 200 familias que nos ayudaban económicamente y nos quedamos en menos de 100. Pero el repunte ya ha empezado", afirma optimista sobre esta lucha por la igualdad de oportunidades.

Molina se refiere así a los apoyos que sostienen la entidad que preside en Chiclana y que está desarrollando el proyecto Emprendiendo el vuelo, una iniciativa que ofrece apoyo integral a "esos niños y niñas que proceden de centros de menores y que, al cumplir la mayoría de edad, se quedaban en la calle. No podíamos mirar para otro lado", cuenta.

Afasode atiende a través de su red de familias acogedoras a menores tanto españoles como de otros países. En este sentido y ante el posible rechazo de la sociedad a la condición de extranjeros de algunos beneficiarios, Molina admite que "no lo hemos encontrado en los barrios en los que vivimos. Todo lo contrario, ha habido solidaridad de los vecinos por iniciativa propia. Aunque sí –confiesa– hay problemas para buscar pisos de alquiler a los chavales que ya llevan cuatro o cinco meses trabajando. Cuando decimos que son jóvenes extranjeros sí hay un rechazo brutal, más por lo primero que por lo segundo. Pero la sociedad chiclanera se caracteriza por ser abierta y solidaria".

Uno de los beneficiarios de la asociación a la salida de uno de los pisos. Uno de los beneficiarios de la asociación a la salida de uno de los pisos.

Uno de los beneficiarios de la asociación a la salida de uno de los pisos. / Sonia Ramos (Chiclana)

Desde el inicio de la asociación en 2018 hasta hoy, Afasode ha atendido a 38 jóvenes, de los que 18 residen "en nuestras tres casas". Porque no consiste solo "en darles cobijo, sino una solución integral –mediante una red de 20 profesionales voluntarios–, tratar a la persona de forma global y atender sus necesidades. Además de alojamiento y manutención, cubrimos todos los desplazamientos que tengan, tratamos de regularizar la situación de los que son extranjeros, hacemos un itinerario de formación y atendemos su situación sanitaria", explica.

Juan Molina: "No hemos tenido problemas con los vecinos. Chiclana es abierta y solidaria"

El proyecto tiene como fin último la inserción laboral. De esta manera, relata Molina, se ha creado una red de empresas tanto de Chiclana como de otras localidades y de diferentes sectores que ayudan a "darles oportunidades" a estos jóvenes de 18 a 25 años "leales, cumplidores, que presentan un alto nivel de motivación. Ofrecemos herramientas para que puedan volar por sí solos cuanto antes, ser autónomos. Honestamente hemos sido capaces de, con pocos medios, conseguir un objetivo pleno. Ahora mismo no tenemos parado a ningún chaval".

Afasode ha contado en 2021 con un presupuesto de alrededor de 150.000 euros, entre las ayudas de las administraciones, crowdfunding (pequeñas aportaciones a través de la plataforma teaming.net) y las donaciones y apoyos de las familias acogedoras. Aunque la situación está lejos de ser óptima. Molina hace un llamamiento a empresas y ciudadanía para demostrar que "sí se puede hacer con estos niños algo más, tener sus necesidades básicas cubiertas", a través del número de cuenta ES03 3187 0133 114950771214 o Bizum (661 308 866). Un pequeño gran esfuerzo colectivo para poder cimentar la ruta de la nada al cielo.

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