Cádiz CF

La hinchada hace honor a su condición

  • La afición recibe el Trofeo a la mejor de LaLiga 1|2|3 y apoya hasta el final

Fernando Arévalo, presidente de la Federación de Peñas Cadistas, muestra el galardón que reconoce a la afición del Cádiz como la mejor de LaLiga 1|2|3.

Fernando Arévalo, presidente de la Federación de Peñas Cadistas, muestra el galardón que reconoce a la afición del Cádiz como la mejor de LaLiga 1|2|3. / jesús marín

Tarde calurosa, casi más veraniega que primaveral. Alta temperatura ambiental, sobre el césped y en la grada. Las ganas de retornar al camino del triunfo en Carranza después de una derrota ante el Tenerife y dos empates con Lugo y Levante se dejan notar. No es pera menos. El cadismo toca con los dedos la fase de ascenso, el segundo objetivo del curso una vez alcanzado el de la permanencia, el que correspondía a la plantilla por su potencial real y por el simple hecho de tratarse al fin y al cabo de un recién ascendido. Pero el sueño está ahí, a pocos pasos. Y nadie quiere despertar.

Como no podía ser de otra forma, la hinchada estuvo a la altura de la contienda. De hecho, ayer más que nunca hizo honor a su condición, no en vano recientemente ha sido galardonada con el Trofeo Jugador Nº12 que otorgan LaLiga y Aficiones Unidas a la mejor afición de LaLiga 1|2|3.

El galardón, más que merecido, lo recogió de manos de Ander Mirabell, representante de LaLiga, Fernando Arévalo, presidente de la Federación de Peñas Cadistas, mientras que a Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz, se le hizo entrega del cuadro con la camiseta y el dorsal nº 12 que desde ya podrá lucir en el estadio Ramón de Carranza.

En el acto, desarrollado sobre el campo, también estuvieron presentes varios abonados de diferentes edades; el director de zona del Banco Santander, Luis Mario Blanco; el secretario general de Aficiones Unidas, José Hidalgo; el vicepresidente de Aficiones Unidas, Felipe Sanz, y el vicepresidente de la Federación de Peñas Cadistas, Enrique Álvarez.

Finalizado el acto protocolario, comenzó lo que de verdad importaba al cadismo, el encuentro. El aliento no cesó durante los 90 minutos. Cadistas veteranos y cadistas jóvenes que se unen a la causa, como los aproximadamente 150 pequeños del Colegio San Vicente de Paúl que acudían invitados por el club. Ilusionados y ruidosos, contribuyeron con su empuje y se marcharon a buen seguro un tanto desilusionados con el resultado, que no con la entrega de los de Álvaro Cervera.

El público en general sufrió por lo que pudo ser y no fue. Lo hizo en el primer minuto, cuando Salvi falló lo imposible delante del marco del Nástic y el 1-0 no subió al marcador. También cuando en la recta final Alfredo Ortuño desperdició el lanzamiento de un penalti al mandar el balón a las nubes. Y por último, cuando ya en tiempo de prolongación el visitante Stephane Emaná desaprovechó un mano a mano con Alberto Cifuentes. Pudo ser el 0-1. No pudo ser pero pudo ser peor.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios