El Trofeo Ramón de Carranza es el último termómetro antes de que empiece lo bueno. Una decena de partidos después, el Málaga comparece invicto. Regresa un lustro después para cambiar una de las tónicas veraniegas: que el Costa del Sol no sea el último test antes de encarar la Liga. Si las semifinales se desarrollan como a priori deberían, habrá una final contra el Atlético de Madrid. No hay mejor calibre para ver hasta qué punto se puede esperar un buen estreno liguero el día 19 o aún habrá que esperar a que se engrase la máquina.

A las 21:30 se disputa el partido. Justo después de que el conjunto de Simeone y el Cádiz diriman el primer finalista. Enfrente estará un rival desconocido pero que al menos garantiza oposición desde el plano físico y el de la ilusión. Se trata del All Stars, una selección de futbolistas de la liga nigeriana que se encuentra en el país haciendo una gira. Con una convocatoria de 25 futbolistas prácticamente desconocidos, para ellos ya es un premio el hecho de estar aquí.

Una vara de medir difícil de clasificar para un Málaga que en los últimos días también ha emitido señales algo discordantes. Se le vio cansado y falto de chispa contra la Sampdoria; cuatro días después destrozó en velocidad al Almería. Cualquiera de las versiones es posible debido a la acumulación de minutos.

La expedición partirá hoy hacia Cádiz (se hospedará en el Hotel Guadalete, en Jerez, donde está previsto que llegue poco antes de las dos de la tarde), justo en el momento en que pondrá punto y final a la concentración de cinco días desarrollada en el pueblo de Benahavís. Por entonces, Juande Ramos tendrá más claro cuál es el estado en el que se encuentran los jugadores que en los últimos días han arrastrado problemas. Son varios, algunos fundamentales. Especialmente el caso de Ignacio Camacho, quien el lunes sintió unas molestias que le obligaron a parar el ritmo y ayer volvió a frenar para evitar males mayores. No hay nada que temer, aunque toda previsión es poca para alguien que en las últimas dos temporadas sufrió problemas importantes en el pubis y tuvo que estar fuera varios meses. Se trata de una dolencia completamente diferente, pero no se tentará la suerte. Si Juande Ramos ve cualquier atisbo de que pueda sufrir una rotura muscular durante la disputa del torneo, no lo alineará, por más que sea uno de los puntales del equipo. Chory Castro y Recio, los otros que han sufrido dolencias musculares, presentan un mejor panorama y serán de la partida, bien hoy, bien en el partido de mañana.

Que haya dos encuentros consecutivos supondrá que Juande Ramos confeccionará dos onces completamente diferentes. Es de suponer que el once de hoy sea el menos fuerte y que el técnico dejará para mañana -en la final o en la de consolación- el más competitivo, especialmente si se cumplen las previsiones y el Atlético de Madrid se convierte en el último adversario del verano.