Dice el refranero que al mal tiempo, buena cara. Y eso parece hacer el ex cadista Kiko Narváez, que vive muy de cerca, en Madrid, epicentro de la pandemia, la emergencia sanitaria que mantiene confinado a casi todo el país.

El jerezano, que afirma sin titubeos que en esta difícil situación "el deporte queda en un segundísimo plano", no duda en apuntar a una foto en la que se le ve junto a Mágico, con el que apenas coincidió de amarillo en entrenamientos a principios de los 90, como un grato recuerdo con el que esbozar una necesaria sonrisa en estos complicados momentos. La imagen es del encuentro homenaje a Jorge González en El Salvador, al que acudieron veteranos del Cádiz.

Aunque en orden de prioridades se antoje irrelevante, tratándose de alguien vinculado al mundo del deporte es inevitable preguntarle por cómo ha afectado la crisis en este ámbito. “Esto es algo que no entiende de profesión ni de religión. Estamos todos con la misma camisa y la misma prioridad, que es anteponer todo para acabar con el virus”.

Hasta tal punto resta trascendencia a todo lo que guarda relación con el deporte ahora mismo que ni siquiera da su opinión sobre las posibles fechas para que se reanuden las competiciones. “Sinceramente, ni lo pienso ni me lo planteo. El presente es aportar cada uno lo que tiene que aportar, quedándose en casa para acabar con todo esto”.

En todo caso, sí se refiere a lo que sería deseable sobre los diferentes campeonatos, la resolución de los títulos, las clasificaciones para Europa, los ascensos, los descensos... “Lo más justo sería que se ganase en los campos”, razona.

Por último, también habla de su Cádiz, un ejemplo en estos tiempos con iniciativas de todo tipo y al que el parón le pilló como líder y con muy buena pinta. “Los números a estas alturas no engañan. Se está recogiendo el fruto del trabajo bien hecho. La duda es cómo volverán los equipos después de tanto tiempo. Es una incógnita cómo digerirán todo lo ocurrido”.