Claudio está ante una situación muy crítica
El entrenador valenciano se ha quedado sin margen de error y otro pinchazo le podría costar el puesto
Si las maletas de los entrenadores tienen ruedas, en Carranza podría haber hoy más de una preparada. Es la ley del fútbol. El equipo amarillo necesita sumar esta tarde los tres puntos si no quiere dar paso a una tormenta deportiva en toda regla. Los resultados mandan, más que las sensaciones, que tampoco son buenas del todo en el bando cadista.
La semana que mañana acaba ha sido un ir y venir de nombres y candidatos a sustituir a un preparador que todavía ejerce y que tiene en sus manos sacar adelante el encuentro ante La Hoya Lorca. Sería la única fórmula para que la carpeta de futuribles regresara al cajón. Ahí radica el problema: en ganar. Hacerlo de forma continuada y mostrando madera de líder aunque el Real Murcia haya obtenido una renta casi inalcanzable.
Claudio Barragán no es nuevo en este tipo de escenarios. Sabe mejor que nadie lo que puede suceder si hoy no se quedan los tres puntos en el casillero local. Es la ley del fútbol. Dura, pero la ley no escrita y que siempre se aplica.
"En estos casos hay que tener la personalidad suficiente como para afrontar el partido de la mejor forma posible. Son tres puntos importantísimos ante un gran rival. Tenemos que competir y hacer las cosas bien", palabras que ayer pronunciaba un Claudio que cree a tope en lo que hace y que demostraba tener buenas vibraciones a pesar de lo mucho que se juega. "Tengo plena confianza en el equipo y sé que mañana (por hoy) vamos a hacer un buen partido".
La Hoya Lorca llega con piel de cordero y hablando de permanencia cuando un golpe en mesa en Carranza le metería en las quinielas para optar al cuarto puesto. "Es un equipo que está haciendo las cosas bien, aunque es cierto que le está faltando regularidad. Tiene jugadores de calidad y es un equipo a tener en cuenta. Viene de varias victorias consecutivas y está cerca de la gente de arriba. Tiene una motivación especial", advertía ayer sobre un rival que le puede marcar.
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