Son múltiples las claves que forjaron el soporte que hizo posible la permanencia del Cádiz CF en Primera División tras una brillante temporada.

El conjunto amarillo supo rehacerse de un par de malas rachas para mantener una línea de regularidad que le llevó a cumplir el objetivo antes de lo que imaginaban los más optimistas y además con una clasificación con la que hizo historia.

El Cádiz CF se erigió como un rival incómodo gracias a un pegajoso sistema defensivo que dio sus frutos. El equipo entrenado por Álvaro Cervera se empleó con tanta solidez hasta el extremo de convertirse en uno de los mejores fuera de casa.

El mérito de los amarillos no admite dudas en su primer año en la élite después de tres lustros de ausencia. Ocupó el octavo puesto en la clasificación ceñida a las visitas.

Sólo los conjuntos que sellaron el pasaporte para competiciones europeas contabilizaron mejores números que el Cádiz CF a domicilio.

El más fiable fue el Real Madrid con 42 puntos, uno más que el Barcelona, segundo con 41. El Atlético de Madrid, tercero, se adjudicó 38. El Sevilla, cuarto con 34.

La Real Sociedad fue el quinto mejor visitante del campeonato con 29 puntos. El Villarreal, el sexto con 28, y el Real Betis, el séptimo con 26.

Aparece después el Cádiz CF en el octavo puesto con 24 puntos con un balance de seis victorias (ante el Huesca, Athletic de Bilbao, Real Madrid, Eibar, Getafe y Granada), otros tantos empates (ante el Elche, Valencia, Deportivo Alavés, Barcelona, Real Valladolid y Levante) y siete derrotas (frente al Atlético de Madrid, Celta de Vigo, Real Betis, Sevilla, Real Sociedad, Villarreal y Osasuna).

Se marchó de 12 estadios sin perder y se llevó el 42 por ciento de los puntos. Las cifras del equipo amarillo lejos de su feudo suponen todo un logro para un recién ascendido que a priori partía como víctima ante contrincantes en teoría superiores.

De hecho, el Cádiz CF firmó la mejor temporada de su historia como visitante en Primera División. Nunca había sido tan fuerte como en la campaña 2020/21 recién finalizada.

El listón lo había establecido el cuadro gaditano en el curso 1988/89, cuando presentó una tarjeta en otros campos de seis triunfos y cuatro empates bajo el mando de David Vidal, que sustituyó a Hemult Senekowitsch tras la séptima jornada.

La sensacional trayectoria del Cádiz CF en las visitas en la campaña recién concluida contrastó con sus discretos números en Carranza. Si a domicilio acabó en puestos casi europeos, como local finalizó en zona de descenso, en el 18º puesto con 20 puntos, sólo mejor que el Real Valladolid (16) y el Eibar (13).

No se sintió del todo cómodo el cuadro gaditano sin el aliento de su afición en las gradas. Como anfitrión ganó cinco partidos, empató otros tantos y perdió nueve. Y además ofreció el saldo goleador más desfavorable con 17 tantos marcados y 30 recibidos: -13.

Pese a sus problemas, los 20 puntos que cosechó en casa contribuyeron a la consecución de la permanencia. Y entre esos triunfos para el recuerdo quedará el que consiguió (2-1) ante el Barcelona de Messi y compañía. Fue el primero que sumó en casa antes de doblegar al Deportivo Alavés, Eibar, Valencia y Huesca.

Igualó ante el Granada, Villarreal, Real Valladolid, Levante y Celta de Vigo, y perdió contra el Osasuna, Sevilla, Real Sociedad, Getafe, Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Real Betis, Real Madrid y Elche.