Entrenador nuevo y nuevos hábitos. Cada maestrillo tiene su librillo y Sergio González pone sobre la mesa su manera de trabajar. El entrenador, que cumple su primera semana en el Cádiz CF (el club anunció su llegada el martes 11 de enero), aprovechó la condición de local de su equipo en el partido contra el Espanyol para efectuar una última sesión el mismo día del encuentro correspondiente a la 21ª jornada.

La novedad es que ese entrenamiento lo realizó el conjunto amarillo en el estadio Nuevo Mirandilla (antes Carranza), el mismo escenario en el que horas después peleará por una victoria que se antoja fundamental en la contienda por la permanencia en Primera División. El choque contra el cuadro periquito supone el estreno del nuevo técnico en el banquillo cadista en la Liga y en casa.

Sergio González traslado el lugar de trabajo de la Ciudad Deportiva de El Rosal al césped del estadio para dar el último empujón a la preparación de un partido muy importante. El ensayo final sirvió para recalcar la posición de los jugadores sobre el tapete y quizás para algo más, como los remates a puerta y las acciones de estrategia que pueden ser definitivas en la resolución de partido.

Fue un entrenamiento suave dado que el esfuerzo mayúsculo está reservado para la noche. Al Cádiz CF le esperan 90 minutos en los que tiene que darlo todo de principio a fin porque el duelo contra el Espanyol es como una final.