Vecinos de la Plaza Manolo Santander en Cádiz denuncian la amenaza que supone el lugar para los niños
Además, de los peligros que acechan a los más pequeños, los usuarios y vecinos briegan con la insalubridad y la venta de drogas en las calles cercanas a la plaza
La valla que rodea la zona infantil estuvo más de una semana vandalizada
Imágenes del deterioro de la plaza Manolo Santander de Cádiz
Los vecinos y vecinas del barrio de La Viña han mostrado su indignación e impotencia con la situación que se está viviendo en la antigua Plaza de la Reina, desde junio de 2023 rebautizada como Plaza Manolo Santander. Para los viñeros y viñeras, este no es un lugar cualquiera, es la plaza donde se criaron de chiquillos, y ahora, en la actualidad en un ambiente desbarrado, lo hacen sus hijos y nietos. Un lugar, en su opinión, poco agradable para que jueguen los niños.
“Más de una semana se ha llevado la valla del parque infantil tirada en el suelo”, cuenta María José Jiménez, vecina del barrio, y que con sus propios ojos desde La barraca de María, que regenta desde hace años, ve el devenir oscuro de su estimada plaza.
Lo más llamativo, lo que se ve a simple vista en la Plaza Manolo Santander, es la división del enclave en dos entornos. Una dedicada al uso infantil, con una sección de módulos de juegos para los más pequeños, destacando la portada, que imita a la del Gran Teatro Falla y como descubre Jiménez, motivo que atrae bastante turismo a la plaza, al igual, que cautiva a muchos seguidores la visita a la calle dedicada a Manolo Santander. La otra zona es indescriptible: un suelo de hormigón, lleno de socavones, donde los chavales más mayorcitos juegan a la pelota como pueden, llevándose más de una bronca por los balonazos que propinan a los viandantes y usuarios de la plaza.
Lo referente a la parte infantil no es apta para personas con problemas cardíacos. La estructura que rodea el módulo de juegos y que protege a los niños de la calle, transitada por vehículos, está rota y abierta por diferentes tramos. Además, la zona que debería servir de respiro y enclave seguro para los niños del barrio está rodeada por un gran desnivel que no está señalizado y en el que más de un padre o abuelo se ha llevado un buen susto viendo correr a sus hijos hacia el peligro.
Un entorno privilegiado olvidado por las instituciones
También, desdeña Jiménez con pesar, “a la plaza siguen llegando personas sin hogar, hacen sus necesidades y malviven en una zona dedicada a los niños”, apuntando al respecto que “no hace mucho tiempo, por desgracia, falleció una persona que vivía aquí mismo”.
Otra vecina del barrio de La Viña, Sara Eyras, denuncia que en la plaza se hace botellón, recordando que el alcalde de Cádiz, antes y después de ser investido, paseó por este lugar preguntando por las necesidades del entorno y prometiendo que les ayudaría a levantar este mítico enclave viñero. “Hasta ahora, solo han repuesto el suelo del parque infantil”, señala.
Diana Pérez, madre de un niño de corta edad, advierte: "Este es un parque muy frecuentado por niños y niñas y su estado es lamentable"; y enumera más inconvenientes de la zona, señalando que "los barrotes rotos están cubiertos de óxido, el módulo infantil está sucio con excrementos de palomas y la parte de la arenilla suele estar llena de boquetes, en los cuales más de un abuelo se ha caído".
La situación de esta desangelada plaza, desde hace años, es insostenible según sus vecinos. A las "carencias, peligros y dejadez" que sufre este enclave del barrio viñero, destinado a los más pequeños, se le une también "la llegada de vendedores de droga" a las calles aledañas y que añaden otro problema más a este lugar tan significativo para todos los gaditanos.
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