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Cádiz

El salto del Puente Canal, el prohibido rito iniciático de los caleteros

  • Aunque no desdeñan "cierto peligro", veteranos usuarios de la playa recuerdan que son decenas las personas que se tiran cada día desde las inmediaciones del Castillo de San Sebastián 

Un joven salta del Puente Canal este miércoles.

Un joven salta del Puente Canal este miércoles. / Lourdes de Vicente

Una voz metálica (como todas las voces que salen desde la oquedad de un altavoz) advierte en la playa de la Caleta a la una y a las seis de la tarde que "está prohibido lanzarse al mar desde el malecón del Castillo de San Sebastián", dicho en plata, que el Canal sólo para pasear. Pero ni la prohibición expresa municipal, ni percances como el que este martes sufrieron dos jóvenes en el renombrado puente, hacen mella en uno de los ritos iniciáticos por excelencia para los caleteros.

Casi como parte de la educación sentimental de no pocos gaditanos, el Puente Canal parece esperar, generación tras generación, al adolescente que, en muchos casos, ya antes ha entrenado su salto en el vecino (y más pequeño) Puente Hierro, en la murallita o, incluso, en la propia cuesta del Club Caleta. Siempre con marea llena.

Allí, en el patio de botes a pie de playa, con una vista privilegiada del skyline del paseo Fernando Quiñones, los hombres y mujeres del Club no desdeñan el "cierto peligro" que entraña el salto al Canal aunque minimizan la acción poniéndola en su contexto. "Año, tras año, desde que tengo memoria, los chavales se tiran del Canal, todos los días del verano, 20, 30 cada día. ¿Y cuántas cosas gordas han pasado? En comparación a la de gente que se tira, muy pocas, y siempre por lo mismo o se tiran con poca agua, o no miran y caen cerca de un bote o, como parece que le ha pasado a estos chavales, caen uno encima de otro, cosa que le suele pasar más a la gente de fuera que no sabe que hay que esperar a que el otro salga", recuerda Manuel Almerón, Chinita, cerca de medio siglo tirándose del Canal. Eso sí, es buzo jubilado.

"Dicen del Canal pero yo me acuerdo perfectamente que hace dos años un Erasmus italiano se quedó paralítico tirándose de aquí mismo, de esta cuesta. Vio a los niños tirándose de pie y él, sin saber que es que sólo había agua para la altura de un niño, se tiró de cabeza y ahí se quedó, bocabajo en el agua... Mario Parra, que estaba de socorrista, se tiró a por él y hasta se lastimó un pie para toda la vida... Así que me parece a mí que es más cuestión de ser prudente y saber cómo hacer algo que hacerlos sin saber", recuerda Sandra Almerón, administrativa de la entidad gaditana caletera ante el asentimiento de los hombres que esta mañana de miércoles se dan cita en el Club Caleta.  

Uno de ellos, Manuel Martín, también ex buzo profesional se descalza de uno de sus gargajillos: "Pues esto me lo hizo a mí el Canal, así que yo sí te digo que es peligroso". Con 14 años, como todos los chiquillos del barrio, Manolo se lanzó del puente, con marea llena, sin barcos pasando y, sin embargo, se echó el pie abajo. "Me tuvieron que hacer la primera cura en el mismo Castillo de San Sebastián", rememora el hombre de mar para el que desde ese día "se acabó el Canal para toda la vida".

Pero, ¿recuerdan ustedes que alguien haya muerto tirándose del Canal? La tertulia se encoge de hombros, se miran unos a otros interrogándose... "Qué va..., yo al menos no me acuerdo de ningún muerto. Porrazos importantes, algunos", es la respuesta unánime. También, desde la Policía Local de Cádiz reconocen que, desde que tienen constancia y registro, "no hay muchas incidencias en el Puente Canal".

"A marea llena, y si sabes tirarte, con la cosa de no tirarte uno encima de otro, como ayer, yo no le veo el peligro. Por ejemplo, ahora hay mareas cortas, ayer podría haber metro y medio en la poza y es verdad que si te tiras con poca agua das con las piernas en la rocas...", baraja Manuel Almerón que recuerda que la distancia de lo alto del puente al fondo, sin agua (marea vacía, vacía), es de unos 9 metros, mientras que a marea llena se puede saltar un tramo de 4 o 5 metros. "Con esa distancia es el mismo peligro que si te tiras de una roca en Canarias, por ejemplo. Quiero decir, que ya lo que hay que tener en cuenta es que no te caigas encima de otra persona o de un bote que pase".

"Es verdad, mira, el año pasado al Carlitos Herrera se le cayó uno encima de la goma de la zodiac". Asomado desde lo alto de la escalera, José Manuel Beardo ha seguido la conversación y, además del suceso que le ocurrió a su amigo (afortunadamente nadie salió herido), también aporta su experiencia. "Yo me llevo tirando toda la vida del Puente Canal. Vamos, la primera vez que me tiré de niño la cachetá de mi madre llegó antes de llegar al agua. Hay testigos", ríe el ya hombre que aunque ya no se prodiga con tanta frecuencia como antes, todos los años se tiene que tirar "al menos una vez". "Y éste se tira de cabeza, el loco", lo descubre El Chinita que, a sus cerca de 70 años, hace lo propio pero de voltereta para atrás. "No, pero este año no me he tirado porque me duele la espalda, mi mujer no quiere, mi nieto tampoco...Pero ya veremos", dice antes de esbozar su sonrisa de chiquillo travieso.

Almerón, que conoce cada centímetro de hechura del Canal, fue el hombre que a finales de los años 70 ("yo juraría que era el 78 o 79, fuimos con todos los niños y todo en los barcos, no veas la que se lió...") retiró la piedra que estaba en la poza, producto de un desprendimiento de la cara interna del puente. "El entonces presidente del Club, Francisco Mirau, fue quien me encargó que la quitara, pero no porque fuera peligrosa para los que se tiraban, sino porque impedía y dificultaba el paso de los barcos", rememora casi como si fuera ahora mismo cómo la ató con un cable y fue remolcándola con su embarcación de trabajo de entonces.

"¿Y te acuerdas cuando se saltaba desde el techo de la caseta (el mareógrafo)?" "¿O desde la bola (la cúpula) del Balneario? Entonces no había arena..." "Yo me he tirado desde la Alameda" "Y yo" "Os acordáis de los tres puentes que daban a la laja". "Qué pena eso, se ha perdido..." "Todo se pierde..."

La marea va llenando. La de hoy también es corta. Sin embargo, ya algunos chavales se van arrimando al abismo del puente. Desde el patio de botes se les intuye... Las pieles oscuras, brillantes, la naturalidad de la postura... Todavía queda un rato para que la voz metálica vuelva a recordar el mensaje... Pero allí, sobre el puente con el que no pudo ni el temporal Emma, no se escucha. 

El alcalde hace un llamamiento "al sentido común"

Aunque, el alcalde de Cádiz, entiende que hay "ritos o tránsitos de determinadas edades" que se realizan "en todos los pueblos, municipios y ciudades", José María González Kichi hace desde el Ayuntamiento un llamamiento "al sentido común" de los gaditanos con respecto al salto desde el Puente Canal.

"En Rota está el Pico Barro y en Cádiz está el Puente Canal, un sitio en el que si no te tiras no eres adulto ya. Pero los tiempos han cambiado y no hace falta demostrar según qué tipo de cosas porque la madurez se demuestra de otra forma menos peligrosa", ha reflexionado el viñero que se advierte que ocurren "accidentes muy desgraciados y situaciones muy peligrosas que tenemos que minimizar y que no se deberían volver a repetir", decide.

 

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