Cádiz

El desarrollo del Plan Plaza de Sevilla tropieza con el Ayuntamiento de Cádiz

Zona del aparcamiento donde está prevista una gran zona verde.

Zona del aparcamiento donde está prevista una gran zona verde. / Lourdes de Vicente

En junio de 2020 el Ayuntamiento de Cádiz firmó con Adif el acuerdo definitivo que solventaba todos los problemas que se habían ido acumulando en el Plan Plaza de Sevilla y que impedían cumplir en su totalidad lo ya expuesto en el convenio de 2008. Doce años de tira y afloja quedaban atrás. Ese mes de junio comenzaba el principio del fin para culminar la urbanización de un suelo referente en la ciudad. O, al menos, eso era lo que se esperaba.

Apenas tres años más tarde, el punto y final que entonces se veía inminente ahora no tiene una fecha de caducidad clara. El desarrollo del Plan Plaza de Sevilla vuelve a estar en el aire.

Curiosamente, en esta ocasión los problemas no surgen de otro conflicto entre las instituciones implicadas en este proyecto. No. El problema nace en el propio Ayuntamiento pues los dos proyectos que quedaron en manos del gobierno local: la urbanización de la avenida de Astilleros y el parque de la Muralla, se encuentran paralizados desde hace tres años y sin perspectivas de avanzar en los próximos meses, según reconocen fuentes municipales a este periódico.

Este parón se une al retraso en la reactivación del Mercado Gastronómico, a ubicar en la antigua terminal de 1905, y en el hotel que se debe levantar sobre el edificio del vestíbulo de la actual estación de Adif, y que en parte se debe a diferencias con la administración local.

La ironía es que cuando se firmó en junio de 2020 el documento que se suponía iba a permitir concluir este Plan, desde el gobierno local se vanagloriaba del trabajo realizado.

Este acuerdo, se decía entonces, suponía "un paso fundamental, importantísimo, para desbloquear una situación que se había enquistado desde hace años, ya que han sido 12 años sin que quienes se comprometieron a impulsar el proyecto hayan asumido, en la realidad, lo hayan hecho. Han sido 12 años de parón y ahora, por fin, con este nuevo convenio se ve una salida para reactivar todo".

"Ahora, con este nuevo acuerdo, el Ayuntamiento de Cádiz pasa a liderar la urbanización de toda la zona, consciente de que supone un sobre esfuerzo para la gestión y las arcas municipales pero que, a la vez, es una intervención absolutamente necesaria para la ciudad", afirmaba entonces el teniente de alcalde de Urbanismo, Martín Vila, que ha visto chafado uno de sus proyectos más importantes y por el que más ha trabajo, imposible de concluir en tiempo y forma antes de las próximas elecciones municipales.

La intención de Vila, y se supone que las del equipo de gobierno, se ha topado con dos problemas que, vistos desde fuera, podrían haber tenido una solución más o menos ágil antes de paralizar toda la operación.

Por una parte, aún está pendiente de cerrarse el proceso administrativo para la reparcelación del terreno que, antes propiedad de Adif, pasó a manos del Ayuntamiento y que se ubica en la avenida de Astilleros.

Esta parcela, de unos 3.350 metros cuadrados, si ubica paralela a la terminal férrea, entre el saliente del edificio del vestíbulo y la terminal de los autobuses interurbanos.

En un principio, la idea era que en este terreno se levantase la nueva Comisaría Provincial de la Policía Nacional. Así se anunció ya en 2014, habida cuenta de la precariedad del edificio de la avenida de Andalucía.

El acuerdo con el Ministerio del Interior suponía que este solar de la Avenida quedaría en manos del Ayuntamiento, además de las dependencias policiales en el frente de la Puerta de Tierra. Con la venta de la vieja Comisaría se esperaba ingresar dinero para urbanizar la avenida de Astilleros.

Tras suspender Interior este proyecto, y quedarse en el edificio de la Avenida, el objetivo municipal era enajenar este suelo a un privado, teniendo en cuenta que ya había empresas interesadas para su compra.Este plan no ha salido adelante, al menos hasta el momento, ya que en estos años el departamento correspondiente del Ayuntamiento no ha concluido la redacción de la reparcelación de la parcela, lo que impide ejecutar su venta.

De esta forma, Urbanismo no tiene capacidad financiera para afrontar la reforma integral de la avenida de Astilleros, que incluye doble carril en cada sentido, un carril bici, una plataforma para la futura línea 2 del tranvía metropolitano (que el gobierno local espera pague la Junta), así como aceras amplias.

Una inversión millonaria

Una estimación de 2017 elevaba este coste hasta unos 10 millones de euros, una cifra inviable para las arcas municipales... al menos hasta que no vendió la tribuna del estadio para la construcción de un hotel y no se logró una notable cantidad de millones por los ahorros de tesorería, que finalmente se han destinado a otros proyectos locales.

Si el plan de la avenida de Astilleros sigue parado, también lo está la construcción del parque de la Muralla.

Esta zona verde, si alguna vez se hace, ocupará la inmensa parcela (atendiendo a la superficie de la ciudad) que hoy funciona como aparcamiento en superficie como zona azul y naranja a pie de la muralla.

La zona, que es puerta de entrada a las decenas de miles de pasajeros que llegan cada año a Cádiz por vía férrea, y también uno de los primeros elementos visuales del casco histórico si se accede por la Cuesta de las Calesas, se encuentra hoy muy degradada y desaprovechada.

Es evidente el mal estado en el que se encuentra el lienzo de la muralla, tanto el que da a la Cuesta de las Calesas como la inmensa fachada lateral del baluarte de Santa Elena.

El proyecto, que en su día se valoró en 4 millones de euros, incluía una amplia zona verde, un pequeño lago y zonas de juegos para jóvenes y pequeños. A la vez se planteaba una conexión directa con lo que hoy es el aparcamiento de la Cuesta de las Calesa y que en su día fue el baluarte de Santiago, de cara a su conversión en un mirador público.

Estado de la muralla junto al entorno de la plaza de Sevilla. Estado de la muralla junto al entorno de la plaza de Sevilla.

Estado de la muralla junto al entorno de la plaza de Sevilla. / Lourdes de Vicente

El Ayuntamiento intentó conseguir fondos de los Next Generation para financiar esta obra, lo que finalmente no consiguió.

Junto a estos dos elementos de referencia en el Plan Plaza de Sevilla, también se encuentra en el aire el futuro de la Aduana.

Este edificio, protegido en su día por la Junta del PSOE en una maniobra puramente política contra el entonces gobierno municipal de Teófila Martínez, ya tiene todos los parabienes de las administraciones afectadas para proceder su derribo, y recuperar la visión de la fachada principal de la estación férrea de 1905.

El convenio de 2008 incluía que correspondía al Ayuntamiento ejecutar su derribo y buscar una alternativa para estas dependencias de la administración central.

Ahora se habla de la posibilidad de que la Aduana se traslade a la actual sede provisional de la Subdelegación del Gobierno, en el antiguo edificio del Banco de España, una vez se levante el nuevo complejo administrativo del Estado en la zona, pero nada se ha concretado aún.

El pasado mes de diciembre, este diario ya adelantó el plan de Urbanismo de remodelar todo el frente marítimo entre la estación y la Diputación. En el dibujo pintado ya se incluía una zona verde en lugar del edificio de la Aduana.

En cuanto al mercado gastronómico y el hotel sobre el edificio del vestíbulos, hay divergencias con Adif y con el Ayuntamiento que han paralizado, por el momento, ambas operaciones.

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