Plantear ideas que puedan mejorar la ciudad siempre es una acción positiva. Muchas caen en saco roto, y pocas son consideradas como aceptables por parte de las administraciones, que son las que, al final, acaban financiándolas.

A veces esta tormenta de ideas surge desde las propias instituciones, lo cual también es necesario pues marcan el modelo de ciudad que se quiere hacer realidad.

Una de estas propuestas urbanas la ha puesto ahora sobre la mesa el gobierno municipal de Bruno García de cara a crear espacios abiertos para el elevado censo de perros que viven en la ciudad. La idea es crear una pequeña playa en Santa María para los canes gaditanos. Se crearía, afirma el Ayuntamiento, construyendo un tercer espigón para asentar la arena y crear una pequeña playa que ya se vislumbra bajo la muralla del baluarte de San Roque cuando baja mucho la marea.

Pendiente de que la Demarcación de Costas constate o no la viabilidad de un proyecto de este calado, lo cierto es que éste no es un proyecto nuevo pues ya se ha planteado en otras ocasiones.

Fue a finales del pasado siglo cuando se proyecta la construcción de un aparcamiento semi subterráneo junto al baluarte de San Roque y la rehabilitación integral de esta zona de las antiguas murallas, creando un nuevo acceso a la playa. El plan se adjudicó en abril de 2002 con un coste estimado de 9.6 millones de euros que en apenas un año se disparó hasta los 12,9 millones tras localizarse, como era evidente, resto de las fortificaciones.

Tras detectarse en edificios cercanos problemas de cimentación, debido a la maquinaria que ya comenzaba a trabajar a pie de playa, el proyecto se suspendió de forma definitiva ya en 2005.

Dos años antes, en su programa electoral, el PP propuso la construcción de una playa de 800 metros lineales entre el espigón norte de la playa de Santa María del Mar y el baluarte de San Roque, aprovechando este proyecto de Costas antes de su abandono.

Ingenieros consultados por este diario consideran que construir un tercer espigón en esta zona del litoral gaditano tendría un coste millonario hoy inviable. Se destaca que si hace veinte años la operación del aparcamiento y el arreglo de este frente marítimo ya suponía unos 12 millones de euros, solo levantar un espigón y crear una nueva playa, con los accesos necesarios a la misma, podría superar esta cifra. 

Y si se hiciera, se resalta también el coste que tendría su mantenimiento, y la necesidad de reponer arena de forma periódica, habida cuenta de que Santa María del Mar es la playa de la ciudad que más sufre por los temporales. Un vertido constante de arena, a la vez, haría inviable este nuevo espigón.

En este caso se recuerda también los proyectos que también en estos año se ha manejado para la construcción de un espigón submarino con el que evitar la pérdida de arena en Santa María del Mar. El proyecto a ejecutar entre los dos espigones ya existentes, del que se habló por primera vez en 1997, se descartó definitivamente por Costas en 2013, al considerarlo inviable.