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Historia de Cádiz

El patrimonio oculto de Cádiz

Parte de la fachada de la antigua ópera italiana

Parte de la fachada de la antigua ópera italiana / D.C.

Las columnas de estilo salomónico de la portada original de Santa Cruz permanecen abandonadas en la trasera de la Catedral Vieja, junto al solar del Teatro Romano. Así llevan desde hace años, con algún cambio de posición y, da la sensación, con alguna pieza menos.

Quienes paseen por la zona descubrirán las columnas de mármol y la gran mayoría se preguntará la causa de su estado y su procedencia. Y, esperemos, la mayoría se llevará las manos a la cabeza que, esperemos, moverán con indignación.

La verdad es que son pocos los que, durante los años que estas columnas llevan abandonadas al aire libre, han expresado públicamente esta indignación. Limitémoslo a las asociaciones que en defensa del patrimonio han ido naciendo en los últimos años y al historiador Juan Antonio Fierro, que lucha de forma incansable por su recuperación.

Las columnas de Santa Cruz Las columnas de Santa Cruz

Las columnas de Santa Cruz / Jesús Marín

Pero ahí siguen, abandonas. Para limitar nuestra vergüenza como ciudad, cada vez están más ocultas por la vegetación que cubre la trasera de la Catedral, uniéndose a la imagen general de abandono que tiene esta zona del Campo del Sur, responsabilidad en este caso de la Iglesia, pero vecina de otros de nuestros tesoros: el Teatro Romano.

Por una vez dejemos al Teatro Romano a un lado. Este recorrido por nuestro patrimonio, siempre tan maltratado por todas las administraciones e ignorado por buena parte de la ciudadanía, lo centramos en esta ocasión en un recorrido por el patrimonio oculto.

Con tres mil años de historia a cuesta, es lógico que bajo nuestro suelo aún podamos encontrar muchas perlas. Así ha pasado con los trabajos en el subsuelo realizados en el Olivillo y en Valcárcel. Son restos de nuestra historia que aún están por descubrir.

Lo malo es cuando esta historia ya la descubrimos en su día y, en lugar de recuperarla, restaurarla, cuidarla y darle un valor histórico, cultural y turístico la tenemos abandonada, ante la ignorancia del conjunto de los ciudadanos.

Restos de la fachada de la llamada también Casa de las Camorra Restos de la fachada de la llamada también Casa de las Camorra

Restos de la fachada de la llamada también Casa de las Camorra / D.C.

La fotografía que abre esta página nos ofrece uno de los restos que quedan de la fachada de la llamada Casa de la Camorra. Es un milagro que aguantase en pie cuando se construyó el edificio que durante años fue, entre otras cosas, sede del colegio Arbolí. Pero ahí está, oculta. Allí estuvo el Coliseo de la Ópera Italiana, con salas de lectura y biblioteca ejemplos del pasado esplendor de Cádiz. Fue sede también de un cabaret, de dependencias educativas, de un teatro, incluso de la casa del pueblo del PSOE en tiempos de la II República. Su historia está perfectamente recogida en un libro imprescindible de Juan Antonio Vila.

De todo ello quedan restos de la fachada, donde se ve parte de algunos de los cinco arcos de medio punto que conformaban su fachada. Sólo visitas puntuales nos permite admirar este trozo de nuestra historia.

Más oculta está, pues no son posibles las visitas, un descubrimiento de 2009: restos de la muralla medieval localizados durante las obras de transformación del Hospital de San Juan de Dios en un centro de mayores.

Restos de la muralla medieval en el interior del Hospital de San Juan de Dios Restos de la muralla medieval en el interior del Hospital de San Juan de Dios

Restos de la muralla medieval en el interior del Hospital de San Juan de Dios / Jesús Marín

Se descubrieron 80 metros de la muralla y, sobre todo, restos de dos de las torres de la fortificación, una de doce metros de altura. En otras zonas del edificio se localizaron restos romanos, pero la importancia del hallazgo medieval fue más relevante porque, dijeron entonces los historiadores, aportaba datos relevantes de esta etapa de la ciudad, oscura y pobre se había escrito hasta entonces, y que por lo visto no era tan irrelevante.

Estos restos apenas los hemos visto unos cuantos. Lo lógico hubiera sido habilitar visitas al mismo. O, mejor, haber modificado el proyecto, auspiciado entonces por la Diócesis trasladando el geriátrico a otro edificio y convirtiendo el viejo hospital en otro referente cultural y turístico.

(No nos extrañemos que no pasase, el yacimiento Gadir, espectacular en su diseño, está tapado por un teatro apenas utilizado, cuando lo lógico hubiera sido destinar la financiación europea que se logró para su construcción a otro punto de la ciudad, y así resaltar más el hallazgo de los restos más antiguos de la ciudad).

El patio en el convento de Santa María El patio en el convento de Santa María

El patio en el convento de Santa María / D.C.

Como ejemplo de la época medieval ahí está el patio oculto en el convento de Santa María. Es uno de los escasos restos que quedan en pie, casi en el mismo estado en el que se construyó antes del ataque anglo inglés que destruyó la mayor parte de las edificaciones de la ciudad en 1596.

Tras el frustrado anuncio de la Junta, hace veinte años, de ayuda para rehabilitar el convento, ha sido una asociación nacida en defensa del edificio la que, con escasos recursos, está actuando en el conjunto del inmueble, aunque esta zona sigue en igual estado de abandono. Tal vez el lector la haya podido visitar, en los recorridos que periódicamente realiza esta asociación por todo el convento. Vale la pena.

Lo que va a ser difícil es recuperar la visión de otro resto de la época: el encontrado hace un año durante la construcción de un bloque de viviendas en la calle Barrocal.

Restos localizado en el solar de Barrocal Restos localizado en el solar de Barrocal

Restos localizado en el solar de Barrocal / Julio González

Donde nadie lo esperaba aparecieron restos de viviendas medievales en muy buen estado, con muros altos que permitían imaginar puertas y ventanas. Una zona donde se creía que pasaba el canal Bahía-Caleta.

Todo ha quedado oculto bajo el nuevo edificio. La Junta, se decía hace unos meses, no tenía capacidad para mantener el conjunto al aire libre ni de buscar un nuevo lugar a la nueva edificación privada. A partir de ahí, habrá que imaginarse lo que había pero ya no se ve.

Piezas guadadas en los depósitos municipales Piezas guadadas en los depósitos municipales

Piezas guadadas en los depósitos municipales / Jesús Marín

Como tampoco se ven piezas de nuestra historia mal guardadas desde hace años en una de las bóvedas de San Roque. En la fotografía aparece el proyector del Cine Cómico. Son elementos que no tienen siglos de existencia pero que un mínimo de interés por parte de los políticos podrían salvarse.

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