Niña Mala se instala en el Barrio

El pasado 1 de octubre abrió sus puertas en la calle Sopranis este restaurante de la misma propietaria del bar La Santita

Gastrológico: Un espacio para disfrutar y valorar la cocina en Cádiz

Salón interior del restaurante. / Julio González

Niña Mala ha venido a hacer de las suyas en la calle Sopranis. La ‘hermana pequeña’ de La Santita abrió sus puertas el pasado 1 de octubre y desde entonces no ha parado de cosechar buenas críticas.

Este restaurante ocupa el local del antiguo Ciclo y viene a completar la oferta gastronómica de una vía algo desangelada si tenemos en cuenta el constante trasiego y la gran cantidad de establecimientos de la vecina Plocia.

Pero a Esperanza Oliva, ‘Ansi’ para todos los que la conocen, eso no le ha frenado. Ni eso ni llevar a cabo la inauguración en una fecha algo extraña para los negocios hosteleros. “Yo confío en esta calle. Ahora mismo tenemos dos obras enfrente, con lo que la apertura está siendo más complicada de lo normal, pero cuando acabe confío en que todo va a ir bien y poco a poco va a haber más ambiente hostelero. Estoy muy ilusionada”, afirma.

Ansi cuenta con la experiencia de su otro negocio, La Santita, un local ubicado en la Avenida de la Sanidad Pública que está funcionando desde el 30 de enero de 2020. “La Santita es un proyecto que ya está afianzado, tiene su bagaje y su clientela, pero teníamos ganas de venirnos al centro y comenzar algo nuevo”, explica.

Niña Mala viene de aportarle un aire más atrevido, más canalla, al restaurante. “Este local era muy sobrio, más bien serio y nosotros quisimos darle un cambio. Hemos aprovechado todo lo que había pero lo hemos reinterpretado a nuestro estilo empezando desde cero”.

Esperanza Oliva, Ansi, es la propietaria del establecimiento. / Julio González

El color y los estampados llaman la atención en una decoración acorde con un espacio que cuenta con terraza exterior y dos salones con mesas altas y bajas, aunque aquí lo que realmente importa es la carta.

“Es comida tradicional con toquecitos de fusión, con mucha creatividad y cariño”, destaca Ansi. Así, hay varios tipos de hamburguesas gourmet, ensaladillas y patatas aliñadas con pinceladas innovadoras, pasta, frituras, tostas, ensaladas, carnes y un guiso que cambia cada semana. “En La Santita es muy emblemática la ollita antigua de la abuela y hemos incorporado eso aquí también. Además, nos hemos traído el cartuchito de pescado de la Uchi, que es la pescadería donde yo compro, y todos los días hay pescado fresco. También tenemos una croqueta que cambia semanalmente, porque yo soy muy croquetera”, señala la dueña de Niña Mala.

Esperanza defiende la presencia de la cocina de toda la vida, aunque sea reinterpretada a su manera. “A mí lo que me gusta es la cocina tradicional, darle el puntito bonito, el detalle. Me gusta cuidar las cositas, tener una buena verdura, hacer un buen fondo y elaborar salsas de calidad”.

Uno de los planes de Ansi es ofrecer desayunos en este nuevo local, aunque aún no le pone fecha.

Otra de las características del restaurante Niña Mala y de la que más presume su propietaria es que el equipo que lo compone es eminentemente femenino. “Somos cuatro mujeres. Aunque en un principio para mí no era fundamental, poco a poco se fue convirtiendo en eso, en un equipo de mujeres empoderadas”, enfatiza.

Niña Mala abre en la calle Sopranis, esquina con la calle Amaya, de miércoles a sábado para almuerzos y cenas y los domingos solo para almuerzos.

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