De emblema del Paseo Marítimo al abandono
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Tiempo Libre acogía fiestas, a los participantes del FIT, una piscina olímpica y celebraciones de todo tipo en su salón de actos. Sólo su demolición costará millones
Habría que rebuscar mucho en las guías de viajes para encontrar otra ciudad con un Paseo Marítimo tan espectacular como el de Cádiz y que cuente con menos hoteles. El Playa Victoria, el Tryp Caleta y el Cádiz Plaza -que se alza en Ingeniero La Cierva- son los tres únicos establecimientos hoteleros que recuerdan a los visitantes que están en una ciudad teóricamente turística. Y en esa milla de oro gaditana, como homenaje a lo que no puede consentirse más, el edificio de la Residencia del Tiempo Libre cerrado. El silencio actual contrasta con aquellas fiestas donde los participantes en el FIT hacían sonar sus batucadas en plena recepción, con las fiestas en su patio exterior, con los bailes y las actuaciones en su salón de actos.
La residencia se instaló entre 1975 y 1977 en el antiguo Instituto Social de Tiempo Libre del Ministerio de Trabajo. Era un centro de ocio para que las familias con pocos recursos económicos pudieran pasar sus vacaciones a orillas del mar. Había varias residencias de este tipo en el país, una de ellas en La Línea de la Concepción, que sigue funcionando y adonde, curiosamente, ha ido a parar parte del mobiliario del Tiempo Libre de la capital de la provincia.
El turismo social figura en la Declaración de los Derechos Humanos y se ha venido desarrollando como tal desde el siglo XVIII. En la ciudad se han levantado voces defendiendo que el edifico mantuviera su uso público, sin embargo, la Junta no parece por la labor de realizar una inversión millonaria primero para derribar el edificio y volver a construirlo y luego para gestionarlo. Los expertos comentan que sólo la demolición de Tiempo Libre, que muy posiblemente tenga que hacerse por voladura controlada, supondría el desembolso de varios millones de euros. Y posteriormente llegaría el momento de su reconstrucción.
A pesar de esta década perdida, contemplar un nuevo establecimiento hotelero en el Paseo Marítimo será cuestión de muchos años todavía. Porque el proceso es largo. Primero el Pleno del Ayuntamiento tiene que aprobar la modificación, algo que debe ocurrir en julio, y posteriormente la Junta debe dar su visto bueno, lo que permitirá sacar a subasta el edificio. Una vez que tenga comprador, la empresa deberá adjudicar las tareas de demolición, realizar un proyecto y construirlo. Es decir, años.
En la ciudad hay otros proyectos hoteleros muy interesantes, como el que Barceló tiene para la estación de Adif, pero evidentemente la posibilidad de contar con varios centenares de camas en pleno Paseo Marítimo es algo que revitalizaría toda la zona y que crearía riqueza en la ciudad. Tampoco se puede olvidar el deseo de Cádiz de convertirse en el futuro en puerto base de cruceros, por lo que incluso navieras de prestigio internacional podrían estar interesadas con vincularse con el nuevo establecimiento. No hay tiempo que perder.
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