Cádiz

Cuando la ciudad se quedó sola: de la Colón 92 al Bicentenario de la Constitución

El muelle de Cádiz en la regata de la Colón 92 al Bicentenario de la Constitución

El muelle de Cádiz en la regata de la Colón 92 al Bicentenario de la Constitución

El ofrecimiento del Ayuntamiento de Cádiz para organizar el Congreso Internacional de la Lengua Española en 2023, si finalmente Perú no puede asumir su compromiso como sede oficial para este año por la grave crisis política que vive, supondrá afrontar una serie de inversiones que, por lógica, deberían de repartirse entre las administraciones públicas que han apostado por este evento, para el que Cádiz ha presentado su candidatura de cara a la edición de 2025.

La confianza que muestra hoy el gobierno local a la hora de contar con este trabajo en equipo, que reparta costes y esfuerzos, sin duda le hace olvidar tiempos pasados, cuando quienes le precedieron en la gestión de la ciudad se vieron obligados a asumir con sus propios medios la gestión de grandes eventos, tras quedarse solos.

En 1992, con motivo de los fastos del V centenario del descubrimiento de América, Cádiz fue elegida como uno de los puertos de la Gran Regata Colón 92. Era la primera vez que nuestro muelle iba a acoger a decenas de grandes veleros.

En aquel momento la Diputación se puso al frente para liderar la organización del evento... hasta que decidió tirar la toalla y abandonar el proyecto a apenas unos meses de la celebración del mismo.

El gobierno del socialista Carlos Díaz montó con urgencia un equipo formado por técnicos municipales que, coordinados por el edil Rafael Garófano, no solo evitaron el fracaso de la ciudad sino que la situaron en el mapa de las grandes regatas, que después se fueron repitiendo.

La operación de urgencia le costó dinero a un Ayuntamiento que ya estaba corto de fondos, ignorado por la Diputación, la Junta y el Estado. Cádiz, en aquel momento, sólo recibió el apoyo decidido del rey Juan Carlos, con su presencia continua en estos fastos.

Dos décadas más tarde la ciudad se ponía de gala para celebrar el Bicentenario de la Constitución de 1812.

Era este el “gran evento” de la ciudad, con grandes proyectos planteados desde la Junta y el Estado. Se anunciaron inversiones millonarias para conmemorar un acontecimiento histórico.

La mala organización, las peleas políticas entre el PP y el PSOE, desde la Junta y el Estado, dieron al traste con todo. Al final, se malgastó en dinero de tal forma que cuando se acercó la fecha del Doce, no había apenas dinero para invertir. Se fueron cayendo proyectos, como el Centro Constitucional y la recuperación del castillo de San Sebastián.

Como en 1992, el Ayuntamiento, en este caso el PP de Teófila Martínez, tuvo que activar sus recursos para conseguir sacar adelante un programa mínimamente decente. Aquí, también, el rey Juan Carlos acudió en varias ocasiones a Cádiz, completando su presencia la celebración en la ciudad de la Cumbre Iberoamericana.

El Ayuntamiento de 2012 también tuvo que utilizar sus fondos para financiar lo que otras administraciones dejaron a un lado, lo que a corto plazo disparó el endeudamiento municipal.

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