Bruno García se juega en 2026 ganar las elecciones municipales de 2027
El gobierno municipal necesita acelerar al máximo sus principales proyectos urbanísticos para que estos estén listos, o avanzados, antes de los próximo comicios
Hay que esperar también a que el resto de las administraciones se animen en sacar adelante sus proyectos pendientes
"No estoy pensando en otra cosa que ser no sea ser alcalde de Cádiz al 100%"
Cada principio de curso, cuando se analizan los temas pendientes en la ciudad de Cádiz, volvemos a tener una sensación de déjà vu. Se vuelven a poner sobre la mesa los mismos proyectos que están pendientes desde hace años, e incluso décadas, con el compromiso de comenzar a sacarlos adelante de forma casi inmediata.
Si gestionar una ciudad no es nada sencillo, más complicado lo es en el caso de Cádiz cuyo Ayuntamiento siempre ha tenido un importante déficit de recursos económicos, esenciales para impulsar estos proyectos.
Cádiz, por si fuera poco también, apoya buena parte de su crecimiento en la propia gestión municipal, ante la ausencia de un sector privado potente y la dejación de las restantes administraciones a la hora de apoyar proyectos en la ciudad.
Con esta premisa, si el Ayuntamiento se para o ralentiza su trabajo, o no tiene dinero para todo lo que se necesita, la ciudad se ve afectada y el anuncio de la ejecución de proyectos de futuro vuelve a repetirse como cada inicio del curso político.
Es cierto que los ocho años de gestión en ralentí, por no decir en paro casi total, del anterior gobierno municipal, han afectado de lleno a la labor del actual Ayuntamiento. Este ha tenido que invertir mucho tiempo en ultimar contratos de servicios ciudadanos que llevaban años parados, y arreglar, entre otras cuestiones, los desperfectos que de todo tipo se han acumulado por la falta de trabajo en estos dos mandatos previos.
Pero junto a ello, la ciudad mantiene un listado de operaciones de calado que se repiten año tras año: el nuevo hospital, la Ciudad de la Justicia, Valcárcel, el Teatro del Parque, Campo de las Balas, Plaza de Sevilla... En fin, veteranos de la plaza.
Herencia propia tras dos años de gestión municipal
Tampoco podemos obviar que el gobierno de Bruno García ya supera los dos años de gestión. Ya tiene en muchas cosas su propia herencia, por lo que se les puede, y debe, reclamar por la lentitud en el cumplimiento de algunos de sus compromisos. Y también por errores en su gestión. Para todo ello tienen por delante dos escasos años para enmendarse.
Con las elecciones municipales de mayo de 2027 cada vez más cerca, el gobierno de Bruno García encara el nuevo curso político asumiendo un mensaje claro: dispone del final de este año y de 2026 para contar con una oferta de realidades que presentar al electorado en los próximos comicios. Dependen de todo ello para poder revalidar su triunfo electoral de 2003, asumiendo que al PP solo le vale la mayoría absoluta, pues frente a ellos solo tendrá a los concejales de la izquierda.
Ante esta situación, ya no cabe más tiempo de espera. Operaciones tan importantes para la ciudad como la nueva avenida de Astilleros, el aparcamiento y parque junto a la Cuesta de las Calesas y el parque del cementerio deberían de ponerse en marcha de forma inmediata. Y si hay que acelerar la burocracia municipal, habrá que trabajar un poco más. Y no incluimos en este listado la recuperación del frente de la Puerta de Tierra (tan, tan importante) porque mucho nos tememos que es un proyecto a medio o largo plazo.
Con operaciones de vivienda ya en marcha, apenas tienen meses para iniciar el proyecto de Manuel de Falla y para cerrar (o al menos iniciar) las expropiaciones de fincas. Más sencillo tendría que ser cambiar los viejos colegios de Carmen Jiménez y Adolfo de Castro por suelo para viviendas públicas.
Todo ello junto a la necesidad de mejorar la limpieza y, de una vez por todas, sacar adelante el pliego de los autobuses urbanos (dos herencias ya pasadas).
El papel del Estado y de la Junta
Otra cosa es la labor del Estado y la Junta, que tienen un amplio listado de temas pendientes, y cuya ejecución o no siempre incide electoralmente en la visión ciudadana como una gestión del Ayuntamiento. Como carta positiva, el inminente inicio de las obras de integración el puerto-ciudad, tan importantes, beneficiará al equipo de Bruno García, como le beneficia hasta ahora la buena nota ya alcanzada en proyectos culturales, festivos y de ocio que ha desarrollado estos dos años de mandato.
Al final y al cabo lo que los ciudadanos quieren es que la ciudad funcione, y ver obras que indiquen que se va por buena camino. No digo que con ello se ganen las nuevas elecciones porque en los últimos años tenemos ejemplos de victorias sin hacer nada, pero por lo menos ayuda.
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