Balance económico de la Diócesis de Cádiz y Ceuta 2019

El amplio patrimonio no aporta ningún beneficio a la Iglesia

  • Los ingresos que generan los inmuebles suman la misma partida que su conservación y mantenimiento

  • Los fieles siguen aportando 1 de cada 3 euros que recibe la Diócesis

Fieles en misa, en una imagen de archivo.

Fieles en misa, en una imagen de archivo. / Lourdes de Vicente

El amplio legado histórico, arquitectónico y artístico que ha heredado la Iglesia Diocesana de Cádiz y que sigue estando a disposición de propios y extraños, no reporta ningún beneficio al Obispado. Por extraño que parezca, teniendo en cuenta el valor de templos como la Catedral, el Oratorio de San Felipe o la Santa Cueva (por citar solo tres de los que están abiertos) e incluso el sistema de visitas establecidos en ellos, ese ingreso va directamente destinado a sufragar los gastos de conservación y funcionamiento que ya de por sí necesitan estos edificios.

Así se visualiza con claridad en las cuentas de la diócesis correspondientes al año 2019, donde la partida económica que percibe la diócesis por patrimonio (junto a otras actividades, sumando un total de 5.198.631,41 euros) es prácticamente la misma que destina el Obispado a la conservación y gastos de funcionamiento de sus edificios (5.157.401,54 euros, en concreto, el pasado año). Este dato llama además la atención porque el patrimonio de la Iglesia es el concepto que más ingresos genera, prácticamente un tercio del total de 14.641.377,34 euros percibidos en 2019; y de manera directamente proporcional, es el capítulo que más gastos genera. Un tercio de los ingresos (el 35,51%, en concreto) que requiere un tercio de los gastos (el 35,64%).

Todo ello después de que el Obispado haya logrado en el último ejercicio económico reducir la partida destinada a la conservación de edificios en un millón de euros, pasando de los 6.127.907,84 euros invertidos en 2018 a los 5.157.401,54 euros del pasado ejercicio.

Si uno de cada 3 euros que ingresa la Iglesia gaditana proviene del patrimonio, el segundo euro lo aportan los propios fieles a través de las donaciones periódicas o en las colectas de las misas, según las cuentas que ha hecho públicas el Obispado con motivo de la celebración este próximo domingo del Día de la Iglesia Diocesana, en el que se intenta concienciar de la importancia del sostenimiento económico de la labor eclesial. Un total de 4.799.103,69 euros recibió en 2019 de parte de los fieles, cifra ligeramente superior a la sumada el año anterior (cuando los donativos alcanzaron 4.599.845,91 euros).

El resto de los ingresos se reparten entre la asignación tributaria que recibe la diócesis, que al igual que los donativos de los feligreses fue en 2019 ligeramente superior a la del año anterior (sumando un total de 2.763.229,66 euros, un 4,5% más que en 2018); otros ingresos corrientes (1.348.407,72 euros el pasado año, 154.035,17 euros menos que el anterior); y los ingresos considerados extraordinarios, que en 2019 fueron de 532.001,86 euros. Cifras todas ellas que se mantienen muy similares a las de años anteriores.

El capítulo de gastos

Respecto a los gastos, además de los ya indicados de la conservación del patrimonio, es el sostenimiento de la plantilla de trabajadores lo que más carga económica tiene en el Obispado, sumando el pasado año ese concepto los 3.334.305,58 euros, un 4% más que en 2018. Por detrás de este concepto se sitúa la asistencia pastoral y la acción social que efectúa la Diócesis, que invirtió el pasado año más de dos millones y medio de euros, atendiendo a más de 37.500 personas en los distintos centros, parroquias y servicios que presta.

En este sentido, señala el Obispado que tan sólo Cáritas Diocesana prestó ayudas en 2019 que repercutió en un total de 17.096 personas, para lo cual contó con más de 1.017 voluntarios y 28 personas contratadas. Una labor que se une a la de las parroquias, el Cabildo Catedral, Manos Unidas y otras entidades y grupos de la diócesis.

Otros casi dos millones de euros destinó Cádiz y Ceuta el pasado ejercicio al sostenimiento del clero, que suma en la actualidad 170 sacerdotes (154 de ellos en activo). Y para la formación de los futuros sacerdotes invirtió otros 225.321,44 euros. Partidas económicas que se mantienen prácticamente idénticas a 2018.

1.203.192,89 euros en concepto de gastos extraordinarios cierran las cuentas de 2019 del Obispado de Cádiz y Ceuta, que cerró el año en positivo. Con 172.421,62 euros a su favor, en concreto. Una realidad, conviene señalar, que difícilmente se repetirá en las cuentas de un año 2020 gravemente marcado por la epidemia del coronavirus y la crisis económica que ha generado, de gran impacto en una Iglesia sostenida en gran parte por los donativos que se depositaban en los cepillos de unas iglesias que han estado cerradas (y que amenazan con volver a estarlo en este repunte del coronavirus) y unas visitas de un turismo que súbitamente ha dejado de venir a la ciudad.

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