La sorprendente transformación del foso del Pelíkano de Cádiz

La recuperación de este enclave situado junto a la Puerta de Tierra como parque infantil está prácticamente culminada y ya se puede contemplar el área de juego y las zonas de merenderos que, aunque con detalles mejorables, palían años de dejadez

La instalación del nuevo parque infantil de Cádiz, en el foso del Pelícano, ya está adjudicada

Una vista del área de juegos del nuevo parque infantil en el foso del Pelíkano de Cádiz.
Una vista del área de juegos del nuevo parque infantil en el foso del Pelíkano de Cádiz. / Julio González

Al foso de la Puerta de Tierra, un espacio conocido en Cádiz como el foso del Pelíkano en alusión a la antigua guardería enclavada a los pies de la muralla, no lo reconoce ni los usuarios del parque canino que vino a ocupar parte del espacio hace unos años. Y es que la transformación de este área con vistas al Monumento Nacional en un parque infantil y zona de esparcimiento familiar es ya una realidad casi palpable que viene a paliar décadas de abandono y dejadez.

El área de juegos y las dos zonas de merenderos que flanquean los elementos de atracción para infancia gaditana están prácticamente instalados y los operarios trabajan ya en el pavimento de seguridad y el césped artificial que cubre el terreno del área más cercana al parque para perros.

De esta forma, las estructuras del columpio doble y de la tirolina, que se despliega de lado a lado de este área de juegos de unos 450 metros cuadrados, ya están colocadas a falta de los cables de acero y complementos necesarios para que desarrollen su función. También están dispuestos el juego de escalada de cuerdas y la pequeña caseta y el castillo, de madera ambos, con tobogán.

Algunos de los merenderos que se han instalado en el foso del Pelíkano de Cádiz.
Algunos de los merenderos que se han instalado en el foso del Pelíkano de Cádiz. / Julio González

A los lados del conjunto que forman estos elementos, están también en su sitio las ocho mesas, divididas en cuatro y cuatro por zona, con papeleras preparadas para la separación de envases y plásticos, papel y residuos orgánicos que riman muy bien con los merenderos al estar todos realizados en madera. Eso sí, una de las áreas, la más cercana a la entrada, conserva el césped natural y está más al refugio de la arboleda propia del espacio, mientras que los merenderos situados hacia el interior, junto al parque canino, estarán rodeados de un césped artificial que se está colocando sobre el terreno natural.

A su vez, los trabajadores también se afanan en estos días en disponer el suelo de gravilla del área de juegos y, quizás ahí, reside una oportunidad perdida para hacer de este proyecto una iniciativa mucho más ambiciosa y acorde con las bondades naturales del espacio. Así, no hubiera sido mala idea aprovechar el terreno propio del foso, sin pavimento alguno, para que los niños y niñas pudieran disfrutar de los elementos de juego distribuidos por todo el área en la tierra o el césped, ya que en Cádiz no existe ningún enclave de este tipo, sin embargo, tan habitual en otras capitales europeas.

De igual manera, aprovechar el terreno del parque canino -cuyo vallado se ha adecentado dentro de este proyecto- para extender la idea de este parque infantil y de zona de esparcimiento también le hubiera dado una dimensión más llamativa al proyecto. Con todo, la mejora que supone este cambio con respecto a los años de desatención y falta de miras vienen a mitigar la modestia del nuevo parque.

Operario colocando el suelo de seguridad en la zona de juegos infantiles del foso del Pelíkanio de Cádiz.
Operario colocando el suelo de seguridad en la zona de juegos infantiles del foso del Pelíkanio de Cádiz. / Julio González

Eso sí, ya que los merenderos parecen invitar a las familias a pasar la jornada, sería recomendable actuar en el arbolado, con una poda amable y respetuosa, pero que ayude a armonizar el paisaje y colocar una serie de bancos por la zona ajardinada para ampliar aún más la llamada a los ciudadanos.

También, y a la espera de que la intervención concluya -tiene un plazo de ejecución de mes y medio que está a casi dos semanas de cumplirse-, el resultado estético ganaría con el pintado en negro de las nuevas vallas y puertas grises situadas en la parte superior para dar continuidad a la gama cromática del verjado propio del paseo.

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