Pentagramas en el aire
hermandades Problemas con los ensayos de las bandas de música
Casi todas las bandas de la ciudad se las tienen que ingeniar para poder realizar sus ensayos durante todo el año
Imagínense una tarde-noche de invierno. A eso de las nueve. Un día de esos de frío que sonrojan las mejillas y de humedad que cala hasta los huesos. Pues aun con esas condiciones, cientos de jóvenes gaditanos acuden al ensayo de su banda, corneta o tambor en mano, para repasar o aprender las marchas procesionales de su repertorio musical. Día a día, durante prácticamente todo el año, las bandas preparan a fondo las composiciones que después interpretan en conciertos y actos y, fundamentalmente, a lo largo de la Semana Santa. Y la mayoría de ellas lo hacen en colegios, plazas o espacios al aire libre de la ciudad, soportando las inclemencias del tiempo.
Las formaciones musicales vinculadas al mundo de las cofradías carecen de infraestructuras apropiadas para realizar su labor. Y para colmo de males, una de ellas (la banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Rosario) está encontrando también problemas añadidos al no poder realizar con normalidad sus ensayos en la Punta de San Felipe, después de no tener permiso municipal para ello y de recibir constantes denuncias de los vecinos.
¿Cuál es la realidad que hay detrás de una formación de músicos perfectamente uniformados y con sus instrumentos que acompañan a las cofradías en nuestra ciudad y fuera de ella? Los responsables y directores de estas bandas explican en qué condiciones realizan los ensayos durante el año.
La agrupación musical Ecce Mater tiene el colegio de Santa Teresa como cuartel general "gracias a la buena voluntad de la dirección del centro", señala el director de la formación, Óscar Albiol, que señala que el Ayuntamiento nunca facilitó nada a la banda. En Santa Teresa, estos músicos utilizan unos vestuarios que estaban en desuso como almacén de uniformes e instrumentos. Y en el patio del colegio es donde realizan los ensayos desde las ocho de la tarde hasta antes de las diez de la noche. "Cuando dejan de pasar coches por la carretera cortamos el ensayo, para no molestar", apunta Óscar. Y es que el director de la banda asegura que algunos vecinos han llegado a lanzar huevos "y bolsas con escayola" en alguna que otra ocasión.
En pocas semanas este medio centenar de jóvenes que conforman la agrupación comenzará a afrontar la temporada de otoño-invierno. Y para ello, Óscar comenta que los ensayos los realizan con cartones en los pies, chaquetones, gorros... "El invierno se hace larguísimo; y a veinte metros de la playa... es muy duro. El mismo instrumento sufre con el frío y con los efectos de la humedad. Y encima dando gracias a Dios por tener un sitio donde ensayar por lo menos", afirma. A todo ello se suma que cada vez que llueve, el ensayo queda suspendido.
Por eso, el director de Ecce Mater reclama más apoyo de las instituciones, recordando la labor que se realiza con los jóvenes que en su mayoría forman esta agrupación. La media de edad de los músicos es de 17 años, y además de tocar en la banda aprenden solfeo y disponen de una sede que la asociación creada por la banda ha alquilado con sus medios en la calle Regimiento de Infantería, "donde se reúnen, celebran actos o incluso hacen trabajos del colegio, todo ello costeado por sus propios medios".
"Nos la tenemos que estar ingeniando para sacar esto adelante. Y la cosa está cada vez peor", concluye Óscar Albiol, que asegura entender "perfectamente" a los músicos de la banda del Rosario a raíz de los problemas que vienen sufriendo en La Punta.
En el lado totalmente opuesto se encuentra la agrupación musical Sagrada Cena. Sus componentes ensayan de lunes a viernes desde hace casi treinta años en las instalaciones del colegio Campo del Sur, merced a un acuerdo con el Ayuntamiento y con el propio centro, que les tiene cedidas unas instalaciones. "No tenemos problema ninguno, por eso nos ha sorprendido bastante lo que le ha pasado a Rosario", reconoce el director, Adán Diéguez. Y es que esta formación dispone de las pistas deportivas del colegio para ensayar y también de un local en su interior donde poder realizarlos en caso de que haga mal tiempo. La propia banda ha realizado y costeado las obras de insonorización y la habilitación de las dependencias para sala de juntas, vestuario y almacenaje de instrumentos en unas dependencias que estaban en muy mal estado y que ahora tienen cedidas.
En la otra punta de la ciudad realiza también diariamente sus ensayos otra de las agrupaciones musicales gaditanas. Hermanos Cirineos tiene actualmente establecido como punto de ensayo la lonja municipal. Antes lo habían hecho durante dieciocho años en un callejón situado en la Zona Franca, hasta que unas denuncias de vecinos el pasado año obligó al traslado. El responsable de la formación, Rafael Acal, entiende que debería de existir algún espacio en el que se pudiera dar cabida a todas las bandas para que realizaran sus ensayos debidamente. "En la Zona Franca hay bastante sitio para que hicieran locales, aunque tuviéramos que pagar una cuota mensual", comenta. Y al hilo de esto, reconoce que uno de los fallos que también puede influir es la falta de unión de todas las formaciones para luchar por un bien común.
Por el momento, los cuarenta componentes de Hermanos Cirineos se conforman con acudir cada tarde, entre las ocho y las diez de la noche aproximadamente, a la lonja municipal y realizar allí sus ensayos. Unas veces en la calle y otras en el interior de la lonja. "Nosotros somos pocos y cortamos sobre las diez o diez y media. Si ensayáramos hasta más tarde o fuéramos más músicos, entonces sí creo que molestaríamos a los vecinos", considera Acal en referencia a los problemas de Rosario, sobre los que asegura sentirlo "mucho", entre otras cosas porque se trata de una "buena banda". "No tenemos protección ninguna; ninguna administración nos apoya", lamenta el responsable de esta formación en la que la mayoría de componentes oscilan entre los 14 y los 17 años. Jóvenes que al igual que en el resto de bandas reciben una formación musical paralela a los ensayos de su repertorio de marchas.
Por eso, Acal reclama locales en los que poder realizar los ensayos y, al mismo tiempo, ve necesaria una unión entre las distintas formaciones para hacer llegar con mayor fuerza sus reclamaciones. Y es que la banda posee también ahora (cedido por el Ayuntamiento) un pequeño local donde guardar uniformes e instrumentos, que hasta ahora se repartían en diferentes domicilios particulares. "Prácticamente estamos en la calle", concluye.
Algo más optimistas son en la agrupación musical Polillas, donde se consideran "afortunados", en palabras de su director, Manuel García Fornell. Esta banda lleva dos décadas ensayando en el recinto interior de la Zona Franca -para lo que hay que tener en cuenta su vinculación a la Guardia Civil-, donde también disponen de un local en el que guardar instrumentos y uniformes y donde tienen habilitada también una pequeña secretaría. Pero los ensayos son al aire libre, lo que al igual que en otros casos tiene dos problemas: que cuando llueve queda suspendido; y que cuando bajan las temperaturas hay que pertrecharse de guantes y abrigos. "Hay que ensalzar la labor de los jóvenes, que lo hace de forma casi altruista. Con las bandas se hace muy buena labor", considera García Fornell, que entiende que lo más idóneo sería "un recinto donde poder ensayar, al igual que ocurre en otras muchas ciudades".
Por el momento, las formaciones siguen preparando en estos espacios y en estas condiciones sus repertorios, pensando ya en el frío y la lluvia y esperando mejores tiempos para la música cofradiera.
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