La calle de La Palma se ha convertido en un callejón sin salida para los hosteleros. Con el futuro de sus negocios y el de numerosos puestos de trabajo en el aire, la opción de que el recorte de sus terrazas quede en un susto es cada vez más improbable. Tras recibir todos los hosteleros de esta calle del barrio de la Viña la comunicación del recorte de mesas y sillas, el único clavo ardiendo al que se agarran pasa por una reunión con el alcalde, José María González Kichi, que al estallar la polémica anunció que intercedería para evitar esta pérdida de terrazas y de puestos de trabajo.

La portavoz del equipo de gobierno, Lorena Garrón, ha confirmado este viernes que el alcalde está pendiente de mantener esa reunión con los hosteleros de la calle de La Palma. Reunión que se ha retrasado en el tiempo por el positivo del propio González, que se suma al confinamiento voluntario que días antes había anunciado por el positivo de su pareja. "El alcalde se va a reunir con los afectados cuando se recupere", ha garantizado Garrón este mediodía.

La intención de ese encuentro entre el alcalde y los hosteleros es "llegar a un acuerdo". Aunque la portavoz de Adelante Cádiz ha asegurado que la ordenanza "se va a llevar a cabo", algo que de hecho ya viene ocurriendo desde hace días. De este modo, se llega a un difícil escenario por la rotundidad de la ordenanza frente a las palabras que en su momento trasladó Kichi respecto a la situación peculiar de la calle de La Palma. 

"Tenemos que sentarnos y ver de qué forma, cómo y cuándo", ha intentado explicar la concejala respecto a ese acuerdo que ahora se busca para compatibilizar la ordenanza con los intereses de los hosteleros de la calle de La Palma. "El diálogo está presente, pero obviamente no podemos eludir la responsabilidad con respecto a la ordenanza y a las personas a pasar por las diferentes calles de Cádiz", ha añadido Garrón.