Cádiz rinde homenaje a su cronista cotidiano

primer premio emilio lópez. En memoria de un gran profesional gaditano

Martínez Ares recibe el galardón con una copla dedicada a esa ciudad añorada en un emotivo y sencillo acto donde se sintió la huella dejada por Emilio López

La chirigota de Kike Remolino brindó un sentido homenaje con su pasodoble dedicado a la figura de Emilio López.
Pedro M. Espinosa Cádiz

26 de febrero 2016 - 01:00

Es verdad que cuando se va un gaditano como EL, Cádiz es menos Cádiz. Pero no lo es menos que los elegidos, la gente como EL, nunca se va del todo. Porque sus recuerdos, sus vivencias, que pasan a toda velocidad por la mente de los afortunados que lo conocimos como un caleidoscopio amable y genuino, aparecen simplemente al mirar la silueta de su rostro de gente buena, de su mirada clavada en su inseparable libreta. Emilio López recibió en la noche del miércoles ese homenaje que nunca hubiéramos querido darle tan pronto, como bien dijo su compañero y amigo José Manuel Sánchez Reyes, pero llegados a lo inevitable, resultó reconfortante ver cómo un amplio espectro de la sociedad gaditana acudió a rendirle su pequeño tributo en el acto de entrega del primer premio que lleva su nombre, el de un periodista, casi un humanista, irrepetible, el de un gaditano que se fue sin irse del todo, porque EL siempre estará presente en esta redacción que fue su casa y en cualquier calle de esta ciudad que conoció como nadie.

El I Premio Emilio López a la letra más gaditana cantada en el Concurso de Agrupaciones del Falla se entregó en el Baluarte de los Mártires ante unas 300 personas. El galardón, instaurado por Diario de Cádiz en colaboración con la Fundación Cajasol, recayó en un pasodoble de la comparsa 'Los cobardes', de Antonio Martínez Ares, interpretado en la Final del Falla y que hacía un recorrido por ese Cádiz portuario y bullicioso que Emilio López tantas veces recorrió y tan bien retrató en las páginas de este periódico.

José Manuel Sánchez Reyes fue el encargado de presentar el acto y lo hizo recordando al amigo, al compañero entrañable, antes de dar la palabra a José Joly, presidente del Grupo Joly, quien tuvo unas emotivas palabras para Emilio y recordó la importancia de la información local para una ciudad como Cádiz. "Las redes móviles y la banda ancha han provocado que las fronteras se hayan diluido, pero en ningún momento el periodismo ha dejado de tener sentido, y en especial el periodismo local. El diario local se constituye en un servicio público y en un aglutinador de la sociedad. La información local, el acercarse desde un punto de vista profesional a los problemas e inquietudes de la gente es un valor esencial. Este es el tipo de periodismo que Diario de Cádiz ha ejercido durante tantos años, el que seguirá ejerciendo mientras los lectores lo respalden y el que Emilio López encarna a la perfección", dijo.

José Joly destacó las muchas virtudes de Emilio, "su bondad, integridad, profesionalidad, generosidad, pero es quizá el profundo conocimiento de los arcanos de esta ciudad lo que lo hacía tan especial. Emilio entendía Cádiz y a los gaditanos, los comprendía con ese amor crítico que le impedía cebarse con nada ni con nadie. Era de esa clase de persona incapaces de albergar malicia. Nos contaba la vida de la ciudad con ojos claros, benevolentes, siempre bien humorados. Las personas así son leales. A su familia, a sus amigos, a sus compañeros, a su empresa, a los lugares que amaba. Por la difícilmente explicada razón que existen individuos que crean malestar a su alrededor, los hay también que irradian alegría y complicidad, y ante los que intuimos con prontitud que son personas de fiar. Emilio era uno de ellos".

Para finalizar, el editor de Diario de Cádiz indicó que "como habrán podido ver, su compañero Ignacio Valdés, que es quien ha diseñado la invitación y la decoración del escenario donde me encuentro, ha subrayado en mayúsculas las letras E y L. No lo ha hecho sólo por ser el acrónimo de su nombre y primer apellido, con ello quería hacernos ver, con más claridad si cabe, que Emilio era EL, genuino, especial, una referencia para los compañeros y para la ciudad. Todo un personaje".

A continuación tomó la palabra Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, que recordó la vinculación de su entidad con la fiesta grande gaditana durante dos décadas ya. "Sin haber nacido aquí, nos sentimos igualmente transportados por ese paseo por la ciudad, por el Cádiz de hace décadas y de sus tradiciones, y que nos propone con gran belleza y calidad literaria la copla premiada. Esa misma ciudad que tan profundamente conocía y supo contar Emilio López desde las páginas de Diario de Cádiz, periódico que quiere ahora devolver, con este justo homenaje, parte de esos 40 años de entrega y devoción a su profesión y también a todos sus convecinos. Enhorabuena a Martínez Ares, a todos los integrantes de su comparsa por el galardón tan merecido, y también a Diario de Cádiz por crear este premio. Estoy convencido de que se incorporará desde hoy como una tradición más al Carnaval de Cádiz".

Pero el momento más emotivo del acto fue sin duda cuando la chirigota de Kike Remolino, con el hijo de Emilio y Ascensión portando la caja, interpretó el pasodoble que el autor compuso para su agrupación, que finalmente este año no acudió al Concurso, y que tras colocar en las gargantas de los presentes pelotas de emoción remató con unos versos sentidos. En titulares, con letras grandes, entró Don Emilio López en el cielo.

Posteriormente llegó el momento de entregar el galardón a la copla más gaditana del Concurso de Agrupaciones 2016, una obra del artista Fernando Benítez Gabriel. Ascensión Vázquez, viuda de Emilio López, fue la encargada de poner en manos de Antonio Martínez Ares este primer galardón y agradeció, "a todos, y muy especialmente a Pepe Joly, este acto" y pidió "que se perpetúe para que Emilio esté siempre en la memoria".

Sobre la letra ganadora dijo que "me ha recordado esos paseos que Emilio y yo dábamos por ese Cádiz del que habla. Me ha hecho mucha ilusión". Ascensión no desaprovechó la ocasión de pedir a los autores "que no se olviden en sus letras de Cádiz, de su periodismo cantado".

Martínez Ares recogió el premio emocionado y agradecido, y reconoció que "a mí me cuesta más trabajo hablar que cantar, y más en días como hoy". "En cinco minutos Emilio te ponía al día de lo que pasaba en Cádiz desde el tiempo de los fenicios", dijo Antonio rememorando sus encuentros con nuestro añorado compañero. "En eso Emilio también me recordaba un poco a Juman, al que también tuve el honor de conocer".

Y tras ello, Antonio cogió su guitarra y casi susurrando, como sin querer levantar mucho la voz en un acto cargado de emoción, interpretó un pasodoble precioso de una ciudad que sigue viva en la mente de muchos de los presentes.

Y para terminar, José Manuel Sánchez Reyes dio un consejo, casi un ruego, a las cientos de personas que acudieron para rendir homenaje a un gaditano irrepetible: "No olviden nunca a Emilio López Mompell". No creo que eso sea posible para quienes lo conocieron.

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