Alejandro Sanz Hijo Adoptivo | Ambiente

El 'furor de quinceañeras' casi 30 años después

  • Los asistentes al acto de reconocimiento de Alejandro Sanz como Hijo Adoptivo de Cádiz demostraron su devoción sin tapujos

Algunas seguidoras de Alicante en la cola del Palacio de Congresos para ver a Alejandro Sanz

Algunas seguidoras de Alicante en la cola del Palacio de Congresos para ver a Alejandro Sanz / Lourdes de Vicente

Sin desmayos y sin empujones en la puerta pero con las mismas ganas de ver a su ídolo, los (sobre todo, las) asistentes que han acudido al acto de reconocimiento de Alejandro Sanz como Hijo Adoptivo de Cádiz han demostrado al músico que su devoción no se debilita con los años.

'Furor de quinceañeras', así titulaba hace casi 30 años el cronista musical de este periódico, Jesús Collantes, el artículo que recogía lo sucedido en el primer concierto del músico en un teatro, el gaditano Teatro Andalucía, en el año 1991. Y hoy, 28 años después, muchas de ellas no se quisieron perder la comparecencia del causante de su Corazón partío en el Palacio de Congresos, rejuveneciendo con cada declaración, gritada, de amor.

Porque sin complejos se gritó "¡Alejandro, Alejandro!" en la cola y en el auditorio; sin complejos se exhibieron las risas nerviosas, las banderolas y las camisetas con el nombre del músico. Volver a los quince, volver a ser fan por un día, ¿por qué no?, un viaje en el tiempo, que pasa tan rápido... Viviendo deprisa, ya lo dijo Él...

Él, que llegó en coche y que entró al Palacio de Congresos, como manda la solemnidad del acto, antecedido por los maceros para desatar la locura (esta vez los asientos no corrieron peligro, que la edad sirve para algo) en las localidades de la planta superior del auditorio, la más canalla, la más rumbera, la que con más ganas y mejor acompañó al compás el Cai de Niña Pastori y el 3x4 de los carnavaleros.

De Cádiz, 350 agraciados por sorteo, pero también desde Alicante, desde Almería, desde Jaén... Todos y todas deseosos de decir cara a cara "bienvenido, paisano" a su Alejandro Sanz. Las muchachas de Alicante, por ejemplo, llegaban a Cádiz para asistir al acto y, seguidamente, volver a su tierra. ¿Amor? ¿Locura? Qué sé yo...

Eso sí, si hace casi 30 años las alegres jóvenes gaditanas sólo llevaban consigo sus sujetadores (para lanzarlos al artista), sus gargantas y sus manos para dar palmas, las alegres mujeres gaditanas de hoy, al igual que los alegres gaditanos de hoy, viven este tipo de actos pegados a esa extensión de su cuerpo que es el móvil. ¡Móvil arriba, esto es un concierto!, ustedes me entienden...

El público que acudió a seguir el acto en la pantalla instalada en Renfe. El público que acudió a seguir el acto en la pantalla instalada en Renfe.

El público que acudió a seguir el acto en la pantalla instalada en Renfe. / Marcos Piñero

Y a través de la pantalla vivieron los momentos emocionantes, los simpáticos y los solemnes de un acto que también se puedo seguir por otra pantalla (esta gigante) instalada en Renfe... Seguir si se hubiera acercado alguien... Apenas unas cuantas personas se atrevieron a desafiar el calor del mediodía, ya que el acto comenzaba a las 12.30 y culminaba una hora después.

Pero para los pacientes seguidores que se quedaron sin entrada pero que optaron por acudir a la puerta principal del Palacio de Congresos, hubo sorpresa. Al culminar el acto, el músico salió unos pocos minutos tras ser reclamado por los aficionados y, al parecer, pudo firmar y hacerse alguna fotografía.

Finalmente, Alejandro Sanz abandonó el recinto por la puerta trasera de la antigua Fábrica de Tabaco pero ya subido en el coche que lo trajo hasta el auditorio, con lo que el numeroso público que había decidido esperar al intérprete y compositor en la calle Plocia no pudo lograr la deseada instantánea.

Con todo, marcharon felices. Volver a los quince años... Quién los cogiera...  

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