Volver a salir con amigos y conocer gente nueva en discotecas es un deseo que se ha hecho realidad para muchos. Sin embargo, a pesar de esas ganas de revivir el ocio nocturno tras año y medio de restricciones, los jóvenes tienen claro que la pandemia ha sido un punto de inflexión que lo ha transformado todo. Tanto así, que el 53% de los jóvenes confiesa que ahora sienten cierto miedo de ligar en los establecimientos de ocio nocturno y el 68% ya da por hecho que la forma de encontrar pareja no será igual que antes, según un estudio realizado por la app de citas.

El miedo al contagio y el desconocimiento de los hábitos de higiene entre los nuevos ligues se presentan como los principales motivos del actual temor a conocer personas en las discotecas. La preocupación es tal, que el 74% de los encuestados consideran de gran importancia que sus ligues cumplan las medidas de seguridad e higiene, como el uso de mascarilla, la distancia social o la desinfección, entre otras.

Este nuevo escenario, inédito para todos, ha incidido en el propio deseo de frecuentar estos locales de ocio nocturno: 8 de cada 10 españoles afirman que irán a las discotecas con la misma frecuencia e incluso menos que antes ¿Se acaba entonces el ligoteo de siempre? No, pero sí se transforma. Ante este nuevo contexto, un 21% afirma que ahora más que nunca recurrirá a los entornos virtuales, como las aplicaciones de citas, para encontrar pareja, mientras que para el 79% seguirá siendo una herramienta clave en su búsqueda de pareja.

No obstante, los resultados se muestran optimistas de cara al futuro y todo estará condicionado a la evolución favorable de la situación. El mismo estudio revela que 7 de cada 10 encuestados estarán más dispuestos a ligar a medida que bajen las restricciones y la incidencia.

Adiós a los ligues de una noche

El nuevo escenario ha hecho que los jóvenes se replanteen las relaciones de una noche. Van a ahora en serio y les gustaría encontrar una media naranja que comparta con ellos más tiempo. Esto ha hecho que el 78% se incline por el llamado “slow dating”: citas que se desarrollan a un ritmo más lento, donde los intereses en común y la personalidad están muy por encima de lo físico. De hecho, en muchos casos, hay quienes desvelan sus rostros después de días hablando.

Este coqueteo prolongado, que deja un deseo de querer saber más, se ha impuesto al tradicional “fast dating”, muy común en las fiestas y discotecas donde la gente, hasta hace un tiempo, buscaba encuentros sin compromiso, y que ahora es el arma de ligoteo de apenas el 22% de los jóvenes.