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El kétchup, presente en millones de hogares y habitual en menús infantiles y comidas rápidas, contiene una cantidad de azúcar que muchos desconocen. El médico Manuel Viso advierte que una botella de medio litro de esta salsa "puede superar los 100 gramos de azúcar", lo que equivale a más de 30 terrones.
La cifra resulta alarmante si se compara con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja que los azúcares libres no superen el 10 % de la ingesta calórica diaria total, y sugiere un límite ideal del 5 %. Esto significa que, para un adulto medio, no deberían sobrepasarse los 25 gramos diarios, y para un niño, unos 15 a 20 gramos. Un par de raciones de kétchup pueden cubrir o incluso exceder esa cantidad.
Viso explica que "cada dos cucharadas pueden tener hasta cuatro terrones de azúcar", más que muchas galletas industriales. En la mayoría de marcas, el contenido de tomate apenas alcanza entre el 20 % y el 35 %, mientras que el resto lo componen agua, azúcar, vinagre, sal y aditivos.
Por eso el médico no duda en calificarla como "una mermelada salada disfrazada de salsa". Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), este tipo de productos ultraprocesados contribuye de forma significativa a un consumo excesivo de azúcar que, en España, ya supera de media en un 70 % las recomendaciones de la OMS.
Uno de los mensajes más contundentes de Viso es la advertencia sobre su consumo en niños. "Los menores que lo toman a diario duplican su ingesta de azúcar muchas veces sin que las familias sean conscientes". Este exceso está vinculado a problemas como obesidad infantil, caries, síndrome metabólico y mayor riesgo de diabetes tipo 2.
Además, su sabor dulce y ácido puede condicionar el paladar infantil, haciendo que rechacen alimentos saludables sin ese componente azucarado, como verduras, pescado o legumbres.
El mercado ofrece ketchups "cero" o ·sin azúcares añadidos·, pero Viso pide precaución: suelen incluir edulcorantes, espesantes y potenciadores del sabor. Aunque reducen calorías y no elevan tanto la glucosa en sangre, su consumo frecuente no es recomendable en una dieta equilibrada.
AESAN recuerda que, en cualquier producto, es más fiable fijarse en la lista de ingredientes y en la tabla nutricional que en las alegaciones publicitarias.
Viso no aboga por eliminar el kétchup, sino por moderar su consumo y tomar decisiones informadas:
"El peligro no está tanto en el kétchup en sí como en su uso diario y desinformado", concluye Viso. "No se trata de prohibir, sino de saber exactamente qué contiene cada bote que entra en casa".
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