Cristina Lozano, nutricionista: "La clave para cuidarse es la organización"
El truco del arroz congelado para llevar una alimentación saludable sin perder tiempo en la cocina
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Planificar las comidas semanales, organizar las raciones y aprovechar técnicas sencillas como la congelación de alimentos puede marcar la diferencia en el día a día. Así lo asegura la nutricionista Cristina Lozano, quien en un vídeo reciente en Instagram ha compartido un consejo práctico que puede ayudar a comer mejor sin caer en la improvisación: congelar arroz cocido de forma correcta para tener siempre a mano una base saludable con la que acompañar otros platos.
En el vídeo, que ha generado una gran interacción en redes, Lozano resuelve una duda habitual: ¿se puede congelar el arroz sin que al recalentarlo quede pastoso o apelmazado? La respuesta es sí, pero siguiendo unos pasos muy concretos.
Cómo congelar arroz sin que pierda textura
El primer paso, explica la experta, es enjuagar el arroz antes de cocerlo. Esto ayuda a eliminar parte del almidón superficial y evita que el grano se vuelva demasiado pegajoso durante la cocción. Además, recomienda cocerlo al dente, es decir, dejarlo ligeramente firme, ya que al recalentarlo en el microondas durante dos o tres minutos termina de cocinarse. Si se cuece de más desde el principio, al descongelarlo es más fácil que se convierta en una masa.
Cristina también aclara una de las preguntas más comunes cuando se preparan raciones: ¿cuánto arroz debo congelar? "El arroz casi triplica su volumen al cocerse, así que si quieres porciones de 50 gramos de arroz ya cocido, deberías congelar aproximadamente 150 gramos cocinados", detalla. De este modo, se pueden preparar y almacenar porciones individuales listas para consumir, lo que facilita llevar una alimentación equilibrada incluso con poco tiempo para cocinar.
Organización, la base de una dieta saludable
Para la nutricionista, el truco del arroz es solo un ejemplo de cómo la organización en la cocina puede marcar la diferencia. Tener porciones de arroz, legumbres o verduras ya cocidas en el congelador permite improvisar platos rápidos pero saludables: un salteado con verduras, un poke casero o un bol de arroz con proteínas vegetales o animales. "La clave para cuidarse es la organización", afirma Lozano, que insiste en que comer bien no tiene por qué ser sinónimo de complicarse la vida ni de pasar horas entre fogones.
Su enfoque busca desterrar la idea de que una dieta saludable requiere grandes esfuerzos. Según explica, pequeños gestos como cocinar más cantidad de ciertos alimentos y congelar raciones pueden ser aliados poderosos para quienes quieren mantener unos buenos hábitos incluso en semanas complicadas.
Aprovechar el congelador, planificar las compras y tener opciones listas para consumir son herramientas básicas para no caer en la comida ultraprocesada ni en los pedidos de última hora. Y como demuestra el truco del arroz, hacerlo bien no es cuestión de suerte, sino de método.
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