La hermandad de la Resurrección ha puesto el punto final a la Semana Santa de San Fernando en una radiante y calurosa mañana de Pascua que ha dado comienzo a las diez de la mañana en la parroquia de San José Artesano y que ha culminado con su glorioso regreso por el Parque. 

El regreso de la Semana Santa a la calle tras dos años de ausencia se ha completado así, al modo cofrade, con los hermanos de túnicas y capas blancas de esta joven cofradía que procesiona desde 2005 para escribir cada Domingo de Resurrección el último capítulo de la mayor celebración de la ciudad. 

Con su alegre y vistosa salida en esta mañana de Pascua, La Isla recupera definitivamente la normalidad de su Semana Santa tras los años que han estado marcados por la pandemia y la suspensión de todas salidas procesionales. Y eso a pesar de que la lluvia, en este 2022, ha privado a la ciudad de su Lunes Santo.

La irremediable suspensión de las salidas procesionales de esta jornada ha sido, sin duda, la gran incidencia que deja atrás esta Semana Santa que llega ya a su término. Aunque el excelente tiempo que desde el Miércoles Santo ha acompañado a las cofradías ha sido, por otro lado, uno de los aspectos más destacados de estos días tan señalados. 

Salida de la Resurrección en San Fernando

En este Domingo de Resurrección se ha notado -y mucho- el calor. Colaboradores de la hermandad han ido repartiendo agua entre los hermanos de la cofradía, que desde primeras horas ha tenido que lidiar con temperaturas prácticamente veraniegas mientras avanzaban en su recorrido por las calles de la ciudad.  

La cofradía, llegado el mediodía, ha pasado por la Carrera Oficial tras hacer estación de penitencia en la Iglesia Mayor Parroquial para buscar luego el gran momento del Parque, que es cuando más público se reúne en torno al Resucitado que tallara Alfonso Berraquero -una de sus últimas obras para la ciudad- en lo que se ha convertido prácticamente en una tradición para decir adiós a una Semana Santa que, literalmente, ha volado tras una espera tan larga. 

Pero, ¿todo acaba? Desde luego, los piteros de la hermandad isleña del Rocío tocando el solo de la clásica marcha de Vidriet en la esquina de Sánchez Cerquero parecen decir otra cosa muy distinta. Momentos antes, esta hermandad de gloria había hecho entrega de una ofrenda floral al Resucitado y su hermano mayor, Moisés Posada, dio una levantá al paso en uno de esos momentos especiales que ha dejado en este Domingo de Resurrección la salida de la otra cofradía del Parque; en un simbólico gesto en esta mañana de Pascua que apuntaba al comienzo de la época de las Glorias. 

Este lunes, de hecho, está previsto que el Consejo de Hermandades entregue las pastas al otro pregonero, el de las Glorias, José María Belizón Reina. Así, sin que pase siquiera un día después de la Semana Santa, que llega su momento y la mañana de Pascua no es sino el comienzo de todo, otra vez. 

En el Resucitado, hermandad que ha sabido mantener la histórica vinculación con el gremio de los cargadores, se ha estrenado este domingo de Pascua una cuadrilla de la Asociación Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC), que se ha encargado de portar el paso de esta cofradía a los sones de la Banda Sinfónica de San Fernando.