Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

La técnica del avestruz

EMPECEMOS por lo evidente: la pérgola de Santa Bárbara es un despilfarro, una inutilidad, una manera como otra cualquiera de tirar el dinero público (verán que no digo mamarracho, por si acaso). Desde aquí lo llevo diciendo (perdón por citarme a mí mismo) desde antes de que los 13 concejales de Adelante Cádiz y sus asesores tuvieran la más mínima preocupación por la vida municipal. La utilización de dinero procedente de la Unión Europea con destino a la mejora urbana del Mentidero en semejante chatarra siempre me pareció un desatino. Imaginé a unos turistas alemanes viendo los carteles donde se indicaba la procedencia del dinero con el que se había hecho la pérgola irritados por el uso que se le daba a sus impuestos. Nunca llegué al extremo de José David Sánchez de Medina, que propuso su desmontaje y venta como chatarra, pero me faltó poco. Pensaba que una vez levantado, a lo hecho, pecho. Había que darle sentido a los bajos con los bares y bibliotecas previstos. Durante los cinco años de mandato de los actuales gobernantes el lugar se ha convertido en la residencia habitual de decenas de personas sin hogar, con la condescendencia de los concejales y la Policía Local. El Equipo de Gobierno no solo fue incapaz de darle uso a la pérgola sino que consintió que se convirtiera en un lugar indigno para el alojamiento de la gente que no tiene vivienda o no quiere vivir en una. Solo con la llegada del estado de alarma la Policía Local los trasladó a la residencia del Elcano. Una vez acabado el confinamiento volvieron a este apartamento frente al mar como hay en otros: Canalejas, Puertas de Tierra, cuarteles de Varela, La Caleta, Cortadura, etc. No sé qué política social es esa que permite que la gente sin recursos viva en las calles atendidos por ONGs, una dejación de responsabilidades que ha traído como consecuencia, por ahora, el incendio del que no hay que lamentar desgracias personales.

Recordemos lo que ocurrió en el edificio abandonado de Radio Juventud. Mirar para otro lado ante esta situación es la peor política. Ya no se trata de la imagen cochambrosa que ofrece la ciudad, se trata de que no se atiende a estas personas por los servicios sociales, abandonados a que se busquen la vida en lugares vacíos y a que la caridad de las buenas personas les atienda en sus necesidades básicas.

Aquellos que dicen defender a los más vulnerables en realidad con esta manera de actuar lo que hacen es ponerlos en riesgo. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera muerto alguien? Ahora estaríamos buscando culpables y el Ayuntamiento emitiría una nota achacándola a la perfidia del sistema, que ya ellos se lo quieren ceder a la universidad. La gente preocupada por cómo se califica a quienes llevan camiseta del Cádiz por el centro, por no hablar de los descerebrados que se concentran frente al estadio. Evito otros adjetivos.

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