Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

El signo de los tiempos

El cierre de una librería es en sí misma una noticia muy mala. Las librerías son el punto de encuentro de una comunidad

Los tiempos van a velocidad de vértigo,incluso la pandemia ha acelerado un proceso que iniciado hace tiempo. Cierran Las Libreras, el maravilloso establecimiento de las Hermanas Raposo en La Laguna. Llega a El Puerto Amazon, la multinacional de la distribución.

El alcalde de El Puerto, el tal Beardo, saca pecho como si él hubiera sido quien hubiese hablado personalmente con Jeff Bezos, dueño de la empresa, para que la multinacional se instalase en Las Salinas,o igual es que el Boris Izaguirre de la Bahía, el concejal conocido como Estilista Calleja, asombró con su fondo de armario y su elegancia a los ejecutivos de la empresa americana. Luego vendrán las campañas del Ayuntamiento de El Puerto a favor del comercio local y todo lo demás, tuviera que ver, contradicciones de la vida moderna. El cierre de una librería es en sí misma una noticia muy mala. Las librerías son el punto de encuentro de una comunidad de lectores, gente preocupada por el conocimiento, templos de la curiosidad intelectual. Esta librería se abrió con mucho esfuerzo, en la estela de la librería Petrarca en la Glorieta o de Cominero frente al Hospital, por citar dos precedentes en la zona donde solo queda Plastilina. Difícil mantener un negocio de estas características en un lugar tan alejado del centro en medio de esta extraña situación. Recuerdo otras librerías perdidas: Cerón, La Marina, Libros Cádiz,Mignon donde se alumbraron grupos poéticos en el Cádiz de los años 70, como Marejada.

Nos quedan Jaime, Quorum, Manuel de Falla, Raymundo y La Ratonera, que se mantienen a duras penas contra la pandemia, el miedo, las multinacionales del comercio electrónico y los problemas derivados. Cada una con su público fiel, sin poder hacer actos de presentación de libros ni mantener clubes de lectura o sesiones infantiles. Los viejos que compramos el periódico en papel y que nos gustan los libros nos estamos convirtiendo en una especie en extinción. Ahora es el imperio de las redes sociales, del Chiringuito, Sálvame y otras pantallas donde ver sin leer, mirar sin reflexionar, el grado cero del pensamiento que no paga por el trabajo de los demás.

Que nadie se preocupe porque mientras cierran negocios, mucha gente en ERTEs y todo el mundo con incertidumbre, el Gobierno del Recambio de la Junta de Andalucía aumenta el número de delegados provinciales para que dos personas más puedan chupar del bote. La política es una industria inagotable. Cerrarán comercios, bares y restaurantes, la pandemia y Filomena tendrán atenazados a los españoles, pero ahí están PP y Ciudadanos colocando gente "como si no hubiera un mañana" según la frase empleada en la actualidad.

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