
Cambio de sentido
Carmen Camacho
Ritual
Empieza ahora ese rosario de ferias por toda Andalucía, por lo menos hasta septiembre u octubre, es rara la semana que no hay una en cualquier rincón de la comunidad. Todas copiadas de la de Sevilla: casetas, albero, paseo de caballos, rebujito, boñigas, mujeres embutidas en trajes de flamenca, hombres con chaqueta oscura, pasador para que la corbata haga de buche de paloma, gomina en el pelo peinado con la puerta de una jaula, incluso clavel reventón en la solapa. Comprendo que a quien le guste bailar sevillanas vaya a estas cosas, a las mujeres que les guste vestirse de gitanas también, me resulta ya un poco más raro los hombres que van a beber, sea rebujito o lo que sea, para eso no hace falta tragar polvo, soportar a porteros impertinentes y dueños de casetas que te perdonan la vida. Es probable que a muchos de ellos les parezca miserable mi propia vida, no digo que no, no es descartable que lleven razón. A mí me parece ridículo todo lo que tiene que ver con la feria, empezando por la tortura y muerte de un hermoso animal mientras las moscas abrevan en su sangre bajo el flamear de banderas nacionales, que diría Manuel Vicent. O como dijo El Roto: la plaza llena y no había ni un alma. De ahí al real de la feria donde todo es igual año tras año y donde se copia lo que haga Sevilla en cuanto a la moda en trajes de faralaes o en música de sevillanas. Quizás Cádiz no necesite que le canten sevillanas porque cada año le dedican cientos de coplas en febrero. Me encantan los capillitas gaditanos del sector sevillí, que se parten la camisa por Cádiz pero salen corriendo a Sevilla en Semana Santa y a Jerez en feria, a pasar horas de pie oliendo a boñiga de caballo. Hay gustos para todos, qué le vamos a hacer. Puedo llegar a entender a los padres que llevan a sus hijos a la Calle del Infierno, es una debilidad en la que cae todo el mundo, me parece digno de ternura, el resto es absurdo. Tanta tradición, tanto capirote, tanto toro, tanto caballo, tanto albero, nadie se preocupa por levantar Andalucía, que sigue en lo más bajo de todos los índices europeos. Veremos a María Jesús Montero vestida de flamenca, como a Teresa Rodríguez, tan anticapi, tan trotskista , tan radical, no resiste la tentación de la tradición, nos adoctrinará en un vídeo donde dirá que eso es Andalucía, la Tierra de María Santísima, que no se pué aguantá y el resto de expresiones folklóricas. Que trabajen otros, que inventen otros, que emprendan otros, nosotros al rebujito, a cantar y bailar, aunque en Cádiz no nos sirve el caballo para ir a pescar. Parece que ha decaído de manera definitiva aquel intento municipal de crear una feria mamarracha llamada Velada de los Ángeles. Afortunadamente.
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