Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Cádiz pasará a la historia del Universo por haber sido la primera ciudad del mundo en la que se rompieron las reglas de las matemáticas. Aquí se inventó el cuarteto de tres… y de cinco, y también Cádiz ha demostrado que en la música existen siete notas musicales… y los nudillos.

Cádiz vivió una revolución carnavalesca con la llegada de la democracia. La apertura no sólo llegó a la política, sino que también llegó al Carnaval al que se incorporaron "la gente de ideas" como se le decía en la ciudad, por miedo a pronunciar la palabra "izquierda", a toda una serie de intelectuales de ideas progresistas.

Estos se atrevieron a disfrazarse, a tocar el pito de caña y a pintarse dos coloretes en los cachetes y eso supuso un cambio importante en la fiesta. Llegaron con el coro Los Aspirinos y luego "el virus" se extendería a la agrupaciones callejeras y a una forma de ver la chirigota que comenzó con "Los Cruzados Mágicos", una especie de "chirigota de humor inteligente" jamás vista hasta entonces en una ciudad acostumbrada a los chistes de brocha gorda.

Detrás de todas estas revoluciones se repiten los mismos nombres: José María Gómez, Emilín Rosado y Paco Rosado, con más o menos protagonismo en cada movimiento en concreto. Este cuarteto de tres ha estado detrás de muchas de las letras de oro de toda esta revolución carnavalesca que ha tenido Cádiz y que ha hecho que una fiesta prácticamente extinguida se haya convertido en un fenómeno importante, no sólo desde el punto de vista social, sino también desde el punto de vista cultural porque hay una generación de cantantes conocidos que, si cierras los ojos, recuerdan a como canta una comparsa.

Paco Rosado es una de estas piezas fundamentales del Carnaval de Cádiz. Era Cádiz en esencia: trabajador de Astilleros, reconvertido en hostelero por aquello de una de nuestras enésimas crisis navales. Sus noches de copas y canciones cantadas a nudillo en la barra se hicieron famosas en la ciudad. Muchas veces no valoramos, porque lo vemos desde demasiado cerca, el valor cultural que tiene el Carnaval de Cádiz, la calidad de lo que se ha hecho aquí en los últimos años visto desde el punto de vista del arte.

Paco Rosado es uno de estos artistas que aquí hemos tenido paseándose en alpargata cuando en cualquier otro punto del mundo hubieran lucido zapatos de charol y un reconocimiento unánime de la sociedad.

Para la historia cultural de la provincia queda ese piropo a Cádiz de Los Llaveros Solitarios en el que paseaban por el casco antiguo guiados por sus olores o ese popurrí playero, canción protesta a la gaditana, en las que un héroe en chanclas, Romualdo, se escoñaba andando, con las "pieras" de la playa Victoria.

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