¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Elogio de las fronteras
Aquel que haya tenido la fortuna de viajar con calma habrá podido fijarse en la manera en la que los puertos dejan sitio a las ciudades. Si se fija en el desarrollo urbano, habrá observado cómo antiguas zonas portuarias ahora son los mejores lugares de cada ciudad porque las actividades de tráfico de mercancías se han trasladado a zonas alejadas de la población. Ocurre en Buenos Aires con Puerto Madero, en Ciudad del Cabo con el Victoria and Alfred Waterfront , el Moll de la Fusta en Barcelona, la antigua zona portuaria de La Coruña o Málaga, cómo ha crecido Oslo, Bergen, los Docks de Londres ,San Francisco o Nueva Yor. Incluso en Cádiz pasamos de Puerto Piojo o el Muelle del Carbón a la plaza de las Tres Carabelas o la Plaza de España. Hubo un momento en que el puerto exterior de Cádiz debería haberse instalado en La Cabezuela, que tiene hacia el interior todo el terreno de Las Aletas para crecer, pero ese gran técnico al que tanto debemos como fue Rafael Barra, decidió hacer una nueva terminal en la ciudad de Cádiz, donde se trasladaría las actividades de Reina Sofía y Muelle Ciudad. Todavía recuerdo cuando Carlos Bernal promovió el relleno de lo que sería Reina Sofía dejando un baluarte marítimo como San Felipe en el dique seco y alterando el paisaje de la Alameda, con la oposición de Jaime Pérez Llorca, Agustín Domínguez y Purita González de la Blanca. Reina Sofía , 40 años después, se ha convertido en suelo ocioso, como pronosticaron los opositores de esa operación. Nosotros no lo veremos, pero la nueva terminal será suelo ocioso con el paso de los años. Para los actuales suelos la única propuesta interesante y novedosa fue la presentada por Rafael Román y diseñada por Manuel González Fustegueras, consistente en soterrar el tráfico en Canalejas para crear una gran zona peatonal, verde y de ocio hasta la lámina de agua, algo imposible según Barra y lo que se llamaba “la comunidad portuaria”, ente abstracto que nadie conoce pero que Iker Jiménez nos lo enseñará algún día. Ahora nos dicen que sobran 300 mil metros cuadrados a desarrollar con los años. Desconozco la opinión del alcalde al respecto, para empezar me parece una locura un gran aparcamiento en la Punta de San Felipe que fomente el uso del vehículo privado. Tengo confianza en la capacidad de Teófila Martínez para acelerar las gestiones, y ninguna en la Junta de Andalucía que hace tiempo dejó de invertir en la ciudad, con los ejemplos conocidos del nuevo hospital, Valcárcel y Ciudad de la Justicia, esa persistencia de JUANMALOHARÍA para gastarse los dineros públicos en Málaga y Sevilla. Si nuestro aliado va a ser Antonio Sanz nos moriremos de asco, salvo aquellos que le deben su puesto de trabajo.
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