Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Toreo de salón

En el PSOE sabe todo el mundo que Susana Díaz no va a recuperar la Junta, con la jaula de grillos que hay a su izquierda

El trayecto de Susana Díaz desde la Niña del Tardón a la candidata del Ibex35 es el mismo que recorren los toreros. De ser "de casta de fontaneros" a ser impulsada por las grandes empresas y medios de comunicación del país para frenar a Pedro Sánchez es el que siguen los toreros desde sus orígenes humildes como maletillas a dueños de cortijos, ganaderías con escándalos póstumos como el de Cantora. Susana se pegó dos grandes castañazos, el de las primarias a manos de Pedro Sánchez y el de las elecciones andaluzas a manos del tripartito de la derecha. En lugar de dimitir de secretaria general del PSOE de Andalucía, ha querido seguir en el cargo en el convencimiento de que el poder territorial es el que la mantiene en el machito, a ella y a su legión de corifeos y turiferarios. No sé el motivo, pero todos los presidentes autonómicos socialistas son sevillanos de nacimiento o de adopción, hasta que han llegado los malagueños del PP para cambiar el epicentro. Ahora para prosperar en los abrevaderos del poder andaluz hay que ser de Málaga (como el peine), bien sea para un carguete en cualquier chiringuito de los que iban a cerrar, bien sea en Canal Sur (¿se sigue llamando así todavía?) en cualquiera de sus innumerables canonjías o tertulias. Cuando llegó Susana dijo que se había acabado la influencia gaditana, en manos de Alfonso Perales primero y de Luis Pizarro después. Aunque ahora Juan Cornejo sea responsable de Organización del PSOE es un mero martillo de herejes de Susana y ya se sabe que para un martillo todos son clavos. Hubo un momento crítico cuando Susana alzó bandera de conveniencia y se hizo neopedrista, cuando desde Ferraz se iban a cargar a los presidentes susanistas de las diputaciones de Cádiz y Sevilla. Aquel domingo fatídico en el que Susana llamó a Pedro y se postró de hinojos para que no liquidaran los restos de su poder territorial. En el PSOE sabe todo el mundo que Susana Díaz no va a recuperar la Junta, mucho menos con la jaula de grillos que hay a su izquierda y la prudencia de Juanma Moreno. Ahora desde Ferraz han lanzado la carrera para el congreso regional, que será dentro de un año. Adriana Lastra ha convencido a un tal Felipe Sicilia para que compita contra Susana, para lo que necesita en primer lugar unir a las huestes pedristas andaluzas, cada una de su padre y de su madre como el ejército de Pancho Villa, por un lado Gómez de Celis, por otro Quico Toscano, por otro Rafael Román, Adriana contra Ábalos por el poder territorial mientras en La Moncloa se guarda silencio y en San Telmo aplauden con las orejas. La primera escaramuza ha sido en Huelva pero pronostico que habrá muchas deserciones en el susanismo, el que viva lo verá.

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