Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Paraíso del cutrerío

HACE 32 años se aprobó en España la Ley de Costas, una de las más modernas y progresistas de Europa, modificada después por intereses privados a iniciativa del ministro Miguel Arias. Esa ley garantiza el uso del litoral por parte de todos los ciudadanos, así como el acceso a las playas. Según el tipo de suelo, urbano, urbanizable o rústico, el terreno demanial es de 20, 50 o 200 metros desde la marea viva equinoccial. Se acabaron las playas privadas o los caminos exclusivos para dueños de urbanizaciones (Roche). La ley declaró el dominio público marítimo terrestre inembargable, inenajenable, imprescriptible , acabó con toda esa cochambre de chiringuitos que jalonaban las playas. Recuerdo el que tenía el Catalán Chico en La Caleta, el Arrecife en esa misma playa, el chiringuito que había en Santa María del Mar (al que le cayó el talud encima). España dio un paso adelante en la modernidad que es la motivo de envidia. Se declaró que todo terreno ganado al mar por la acción del hombre era dominio público, gracias a lo cual un registrador de la propiedad se negó a inscribir la antigua Dársena Sur de astilleros en Cádiz, lo que impidió el barrio de lujo que pretendía Vera Borja y Carlos Díaz de la mano de Dragados y Construcciones, la famosa City del Siglo XXI. Los vecinos del barrio de astilleros de Cádiz deben agradecer a esta ley sus viviendas. Ha habido algún atropello que otro, claro, como el pabellón deportivo de San Felipe, parte del cual se edificó sobre el dominio público. Muchas quejas de los salineros que vieron como un espacio que era suyo pasaba a ser concesional por tratarse de dominio público. Ahora hay ciudadanos que pretenden que no se aplique la ley en La Casería de San Fernando con el argumento de lo bien que se fríe el pescado en el Bartolo o lo pintorescas que son las casetas de los pescadores. El Ayuntamiento de San Fernando, después de años participando en reuniones para resolver la anomalía de chiringuitos que ocupan el litoral, en un alarde de demagogia populista se apunta a un bombardeo para quedar bien con los cuatro que se han apuesto a la actuación de la Demarcación de Costas. Me parece muy entrado en razón lo que plantea el subdelegado del Gobierno: que construyan los chiringuitos 50 metros retranqueados del litoral y que los pescadores se vayan al puerto deportivo. Pero la razón a veces le cuesta esfuerzo abrirse camino frente a lo irracional. Por si fuera poco no se debe dejar de decir que el Bartolo es un lugar más bien cutre donde imperan los sablazos porque algunos lo pusieron de moda. Se fríe pescado mucho mejor y a mejores precios en otros lugares sin salir de La Isla. En lugares limpios y legales, sin tanta literatura.

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