Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Paradojas del sistema público

Todo suicidio es un fallo de la sociedad. Es normal que los familiares y amigos se puedan sentir responsables

Me parece perfecto que el Estado tome todas las medidas de protección disponibles para evitar asesinatos machistas. Esa política debe mejorarse para que no vuelva a ocurrir un caso en el que la policía estaba alertada y aún así se produjo el asesinato. También debe haber medios para proteger a todas las mujeres que lo necesitan y ayudar a las víctimas. Dicho lo anterior, España es de los países de la OCDE con menor número de asesinatos machistas, cuyo número permanece estable, más o menos, desde hace años: 49 fueron asesinadas el año pasado. Ya sé que las cifras son frías y no reflejan el dolor por la muerte de cualquier persona, máxime si había advertencia de que podría ocurrir. Otra cosa es el oportunismo de quienes usan la primera persona del plural para convertirse en protagonistas del rechazo a este tipo de asesinatos, eso de "nos matan". Matan a las que matan, no a todas las mujeres, que en España hay 24 millones de mujeres y han matado a 49. Me alegra que la Diputación haya retirado en silencio la pancarta mentirosa que se colgó en época de Irene García donde se decía que había más muertes por violencia machista que por accidentes de tráfico (fueron 1.042 el año pasado) o que el total de homicidios( fueron 237). Hay que ser riguroso con los datos, máxime en un organismo público. Dicho todo lo anterior conviene poner todas las cifras sobre la mesa: el año pasado hubo 4.003 suicidios registrados, no se cuentan los casos donde las familias ocultaron la causa de la muerte por razones culturales. Todo suicidio es un fallo de la sociedad, es normal que los familiares y amigos se sientan responsables aunque no lo sean, e incluso oculten las razones . Por si fuera poco el catolicismo estigmatizó la muerte por suicidio hasta el punto de impedir que fueran enterrados en cementerios de la Iglesia, que eran casi todos. Con una dramática situación como esta , el sistema sanitario público no ofrece atención sicológica, lo que resulta dramático, sorprendente con respecto a la cantidad de medios que se han dispuesto para prevenir los asesinatos machistas. Cada día se suicidan en España 11 personas, mientras que hay un asesinato machista a la semana, observen la desproporción. Por no hablar de los trastornos de la conducta alimentaria: en España hay 400 mil personas aquejadas de este mal, la inmensa mayoría mujeres jóvenes. Una epidemia silenciosa a la que el sistema tampoco da respuesta. De hecho en Cádiz no hay ninguna unidad en el SAS que atienda a quienes padecen este problema. Sonó a broma la propuesta de sicólogos municipales hecha por David de la Cruz, es tan solo el reflejo de un problema importante al que no se le presta atención.

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