Javier de Torre

APUNTEN el nombre que da pie a esta columna: Javier de Torre Mandri, político, nacido en Jerez en el año 1966. Licenciado en derecho, pertenece al cuerpo superior de inspectores de trabajo y seguridad social. Fue subdelegado del Gobierno en Córdoba (2003-2004) y desde enero de 2012, lo es en Cádiz. Hasta aquí los escuetos datos de un portuense por elección. Desde hace mucho decidió vivir en nuestra ciudad, donde estudió y pasó sus veranos juveniles.

Serio en su proceder, cercano, entrañable, amigo de sus amigos y buen gestor de lo público, definen a De Torre. Fuentes de toda solvencia lo sitúan cerca de la Alcaldía portuense en las próximas elecciones municipales del 2015.

Cuando la cúpula del PP decidió apartar a Enrique Moresco de la Alcaldía, tuvo lugar una reunión de alto nivel en un hotel de Cádiz (eso al menos me contó uno de ellos). Junto a Moresco estaban presentes Antonio Sanz, Loaiza y al menos un par de alcaldes de la provincia, y en ella se decidió proponer Alfonso Candón como sustituto de Moresco (en detrimento de Leocadia), pero con carácter provisional. Y que a partir de las elecciones europeas se defendiese la candidatura de Javier de Torre a la Alcaldía. No se fiaban políticamente de Candón. Nada más ser elegido diputado en Madrid con el apoyo de Sanz, se posicionaba de manera clara con las tesis de la secretaria general Cospedal frente a las de Arenas en la pugna por la candidatura del PP a la Presidencia de la Junta. La derrota de la postura de la primera puso a Candón en una difícil posición y la provisionalidad de la que se habló ha tomado cuerpo en el tiempo.

Así las cosas, el PP provincial maneja con cautela los tiempos, y trata de convencer a De Torre para que dé el paso. Cada vez con más profusión, comparece el subdelegado acompañando al alcalde. No es casualidad.

El más de lo mismo en los recientes avatares de la alcaldía y el que De Torre sea un buen gestor, conozca bien nuestra ciudad y pudiera aportar savia nueva a las filas del partido en la localidad, suman. De cualquier manera habrá que esperar. Y seguramente, alguno de los que asintieron sobre el cambio desmentirán rotundamente esta columna. Pero, tiempo al tiempo. La sucesión está en marcha.