Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

‘Dress code’

Antes nuestros abuelos iban a la playa con traje blanco y canotier y ahora la gente se pasea en bañador por la ciudad

A finales de los años 90 Juan Ortuño y yo compartíamos la broma de establecer el momento en el que podíamos quitarnos la corbata para ir a los plenos en el momento en el que lo hacía Alberto Grimaldi, que cubría para el Diario esas sesiones. Estábamos en nuestros escaños cuando entra Teófila Martínez con un vestido largo y floreado de los que solía usar en aquella época. Detrás de la alcaldesa venía Alberto sin corbata y en ese momento dije “ya es primavera”, con gran cabreo de Teófila que pensó que nos referíamos a ella. Ortuño y yo usábamos como árbitro de la elegancia a Grimaldi. Ahora van al pleno de cualquier manera, o se ponen una camiseta con mensaje, o en mangas de camisa como si fueran sevillanos. Sólo han pasado 25 años para que las costumbres hayan cambiado. A mí nadie me invita a nada, afortunadamente. Cuando lo hacían, en las tarjetas se ponía la indumentaria : caballeros traje oscuro, damas traje de cóctel, militares uniforme número uno, signifique esto lo que signifique. Incluso hubo un tiempo en que se añadía en el margen “al final del acto se servirá una copa de vino español”, eufemismo que escondía la tradicional croquetada a la que algunos concejales fueron asiduos hasta el punto de ser conocidos como Don Croqueta, unas veces con el PSOE, otras con el PP y luego con Adelante Cádiz, que en todos los regímenes políticos locales ha habido concejales fanáticos del canapé y la freidora. Las costumbres han cambiado tanto que si nuestros abuelos iban a la playa con traje blanco y canotier, ahora la gente se pasea en bañador por la ciudad. No se ve raro que los hombres usemos bermudas, la prenda que puso de moda en el mundo el Duque de Windsor cuando fue nombrado gobernador de esas islas. Afortunadamente han desaparecido los pantalones pirata, ese mamarracho. Algunos usan calzonas, prenda destinada para la práctica del deporte. No daré una clase de indumentaria, eso lo dejo para Ignacio Casas, que sabe a la perfección qué vestimenta es indicada según la ocasión. Ahora las bodas de chaqué se han convertido en una vulgaridad cuando en su origen eran señal de distinción. Para ir al postureo de las carreras de caballos de Sanlúcar, desconozco el motivo, suelen vestirse de blanco, como si fuera una fiesta de Vistahermosa o un campeonato de polo en Sotogrande. Una vez se me ocurrió escribir sobre ir con camiseta del Cádiz, calzonas, gargajillos, mariconera y gafas de sol sobre la cabeza por la calle Ancha y se armó la tremolina, señal inequívoca de que el informe PISA tiene razón cuando coloca a España en los peores lugares en comprensión lectora. Quizás sea ese debe el motivo del uso masivo de los audios en el guasap: así no hay que leer ni escribir.

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