Una de motos

Como cada año, durante una semana los comentarios sobre las motos hicieron más ruido que esas máquinas infernales. Cansa un tema que, nos guste o no, es parte de nuestras vidas. Haciendo un poco de historia, desde 1989, primer mundial de España en Jerez, El Puerto de Santa María es ocupado por la motos, y han pasado ya 36 años, en los cuales no hemos aprendido nada. A veces tiramos de aquella lejana denuncia de un vecino de la zona de Bajamar, la única, en 36 años, que obtuvo un respaldo judicial, pero no para impedir la entrada de las motos, sino para conseguir que, durante esos días, todos nosotros le pagásemos un hotel fuera de la ciudad, dudando, pues ya nada más se supo, si aún sigue de vacaciones, o fue solo aquel año. Detractores, muchos cuando gobierna un partido, y pocos cuando gobierna otro, siempre con algunos incondicionales que protestan siempre, esté quien esté. Defensores, otros tantos, con diversas excusas, en la mayoría de los casos igual de banales que las críticas.

La realidad es la que es, ruido insoportable durante unos días, aceras ocupadas y mucho gamberro, en la mayoría de los casos gente más de casa que de fuera que aprovechan la marea para hacer el cafre. La realidad, un caos en el trafico que nos causa molestia, la realidad, el beneficio para algunos y un sin vivir para otros. Olvidamos que vivimos en sociedad, que todo acto, evento o lúdico festejo, molesta a algunos y agrada a otros. No vivimos en una isla desierta, en donde no haya turistas, ni borrachos, ni ocupación de casas, ni fiestas, ni Feria, ni motos, ni terrazas, ni suciedad, y la única solución es exigir lo que hay, convivir en la medida de lo posible.

En estos 36 años hemos visto de todo, desde cargas policiales a vallas de seguridad. Desde accesos cortados a limitaciones de velocidad. Hemos visto, en estos 36 años, barras en casapuertas vendiendo bocadillos y guarda cascos improvisados. Hemos visto accidentes, gamberradas, y en los primeros años, improvisadas mascletás en la plaza de las galeras, organizadas por valencianos… atascos, motos aparcadas en cada rincón de la ciudad y aun así, después de 36 años, solo dejarán de venir cuando Jerez pierda la celebración del mundial, y si eso es así, porque seguimos criticando que los perros ladren.